Seamos sinceros. La fiebre de la hamburguesa ha hecho que temamos por la fiabilidad de las carnes en términos de salud. Ante el pánico generalizado por los peligros de este suculento plato, que muchos aún asocian erróneamente con el fast food, nace Heart Burger, un restaurante que certifica la procedencia ecológica de todas sus reses.

Como imaginarás, aquí sólo encontrarás hamburguesas artesanales con una graciosa característica que las distingue del resto de su especie: el panecillo viene en forma de corazón haciendo honor al nombre del local. Cuentan sus propietarios que las vacas de Heart Burger pastan a 1.500 metros de altura, lejos del estrés, la contaminación y con una alimentación 100% natural. Aquí los herbicidas y pesticidas quedan descartados.

Si no has estado nunca en Heart Burger, recomendamos que pidas la hamburguesa que lleva el nombre de la casa, con ternera ecológica, queso parmiggiano, rúcula, jamón ibérico y trufa. Más exótica es la Oriental, con ternera ecológica, cebolla confitada, shitake y salsa de soja; así como la Tex-Mex, con ternera ecológica, queso cheddar, frijoles y jalapeños. Además de otras recetas clásicas, cuenta con burgers de cosecha propia muy orignales como la Rústica con pimiento asado, queso de cabra, piñones y aceite de oliva; o la Foie con cebolla confinatada, foie y reducción de Oporto.

Nunca está de más saber que existe una amplia carta de ensaladas para acompañar y que hay una opción especial para celíacos. Los postres son clásicos pero correctos: tarta de fresitas del bosque, mousse de limón, tarta de queso, ensalada de frutas naturales o helados de la casa son opciones dulces para terminar una comida equilibrada.

Todo saldrá por alrededor de 15/20 euros.