Hay cosas ricas que siempre nos arrebatan la poca cordura que tenemos. Platos de toda la vida que nos hacen olvidar todo lo malo y poner esa guinda de felicidad a nuestro día. Tradiciones que nunca se deberían perder y aplaudimos como absolutamente necesarias, en una vida que nos invita más a la locura que al sosiego en la mesa, a la comida de calidad cuestionable frente al producto por el producto. Tranquilos, estoy aquí para solucionarlo. ¿Reservamos en Illunbe?

Vinos tintos, rosados, blancos, dulces o espumosos con D.O. de España secundan a la perfección los platazos que se marca Aguinaga

Disfrutando del éxito que ha cosechado en La Moraleja (Alcobendas) y con el impulso con el que solo los valientes saben sacar adelante aquello en lo que creen, el chef José Ángel Aguinaga se pone al frente de un equipo que no le teme a nada, marcándose una cocina a la vasca que no desmerece en ningún momento.

Hablar del producto en las cocinas de Illunbe es hablar de excelencia grado enésima potencia. Cocina de mercado, del puesto a la mesa, con parada en la lonja de Pasajes en Guipúzcoa (si es que hablamos de pescado). Y es que, ¿nos podríamos negar a un rico rodaballo, un excelente besugo o un cogote de merluza que nos devuelve a la idea de que la buena cocina existe?

Si nos centramos en las carnes, la calidad sigue sumando y es que es Aguinaga el encargado de ocuparse del punto exacto de maduración de cada una de las carnes de vacuno con las que cuenta. El chef no se olvida de las ganas que tienes de comerte un buen chuletón, entrecot de buey o solomillo, que tantas veces has pedido en otros sitios y que no han cumplido tu nivel de exigencia. Aquí, lo sobrepasan.

Ensalada de cigala y chipirones, sardinas ahumadas, anchoas de Guetaria en Arbequina, espárragos templados de Mendávia, txikis de Orio a la parrilla con puerros, caldo con berberechos y cigalas en salsa o foie a la plancha con crema de manzana y uvas Tempranillo son solo algunos de los añadidos de lujo a una oferta gastronómica como pocas en Madrid. Una opción a tener en cuenta si lo que quieres es entregarte a una experiencia de calidad, a una cocina saludable y a las tradiciones como recuperado (y en plena forma) estilo de vida.