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Ariana Díaz Celma

Barcelona estaba huérfana de una concept store que sirviera de escaparate al savoir faire de la ciudad. Los tiempos que corren, el fin del mundo y la agonía que nos rodea nos parece el marco perfecto para enfatizar el desarrollo de este tipo de locales. Ha sido Moritz, más preocupado en el diseño de la ciudad condal que en el propio merchandising -bravo-, la firma encargada de crear una. Cómo no, se encuentra dentro de la Fàbrica Moritz y es una auténtica virguería que ellos mismos han querido bautizar como una collector store. El lugar ha sabido captar la esencia de la casa cervecera, aunque de una forma muy sutil y siempre ligada a la imagen de Barcelona. En el espacio se dan la mano artículos de ámbitos tan distintos como el diseño, la moda, la gastronomía o el mundo editorial. Y te preguntarás, ¿pero qué encontramos en ella exactamente?

La M-Store es una tienda que viene marcada por el comisariado de Chu Uroz -director del ModaFAD-, quien ha decidido que su contenido debe cambiar -como mínimo en parte- cada cuatro meses. Para dar el pistoletazo de salida, se ha recurrido al tema ‘Urban Picnic’, que se centra en la veneración de la bicicleta en edición limitada Brompton by Moritz, diseñada en Londres con los colores de la marca y que incluye una bolsa con refrigeradores para poder transportar la cerveza. El leitmotiv da pie a que la M-Store también cuente con otros objetos del mundo de la bicicleta urbana, como artículos de la marca Brooks, mallots vintage de Le Coq Sportiv o tuppers de la marca Riess. Además, para promocionar el Urban Picnic, una solución anticrisis que nos gusta, Moritz organizará rutas urbanas singulares donde las bicis y los picnics tomarán el completo protagonismo.

Vayamos a palmos ahora. El pasillo que da la bienvenida a la M-Store toma forma de kiosko, aunque no de uno cualquiera. Podemos afirmar que los amantes de la prensa y las publicaciones en papel sueñan cada noche contar con tal repertorio en su casa. ¿El más especializado de la ciudad? Puede. Desde Monocle a la Sneaker Freaker -versión internacional-. Aquí hay de todo. Justo cuando el kiosko llega a su fin, encontramos la panadería, una oda al buen pan firmada por Triticum. En good2b, sibaritas del producto, ya hemos probado sus bondades y el veredicto es de sobresaliente. Una vez llegados a este punto, llega la inmersión a la M-Store como tal.

La oferta de la M-store se puede definir como una compilación de objetos de coleccionista, a los que se le suma una muestra de otros hechos para la ocasión. Hablamos de productos como un tronco hecho con una lata de Moritz que hace las funciones de ‘caganer’, miniaturas del clásico 600 de Moritz, una Moleskine edición limitada hecha para la casa cervecera o velas aromáticas, entre otros. La selección de libros es breve pero acertada, pues la ha llevado a cabo La Central, una de las librerías más fiables de la ciudad. Es seguramente la misma la encargada de escoger los títulos dedicados a la cultura de la cerveza, que vienen acompañados de fundas para la misma. Desde una de neopreno a otra llamada Charlie Brown que imita el jersey del clásico personaje de Snoopy. En esta collector store también podemos encontrar utensilios de diseño para la cocina, recortables que tienen como protagonistas a David Bowie o Kate Moss, un USB multicanal en forma de caniche, matrioskas y hasta una cuidada selección de vinilo.

M-Store, un espacio good2b friendly de pies a cabeza.

 

Detalles




  • Dirección: Ronda Sant Antoni, 41 Barcelona