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Jo Ann Callis lleva 78 años en el mundo. Desde la década de los ’70 fotografía ese mundo en el que vive desde una óptica un tanto perturbadora, erótica y doméstica. Aprovechamos una nueva muestra de la artista en la Rosegallery para hablar de su trabajo y sus temas predilectos: el género, la belleza y el poder. Tratando siempre los mismos temas pero intentando encontrar nuevas formas para expresar las mismas ideas.

Se puso a estudiar enfocando la fotografía hacia los psicodramas domésticos, las alegrías y penas del hogar y las relaciones humanas

La muestra, que se llama Now and Then, es su segunda retrospectiva en Rosegallery. En ella, como antes y como ahora, nos acercamos a una Callis que se inició en la fotografía a una edad tardía, cuando con dos hijos se puso a estudiar enfocando la fotografía hacia los psicodramas domésticos, las alegrías y penas del hogar y las relaciones humanas. Mujeres, niños e interiores protagonizan sus fotografías con las que plantea cuestiones sobre género, belleza, poder y subyugación. Todo su trabajo es esencialmente sobre ella misma, su día a día y sus inseguridades

Hubo un periodo en el que se la consideró una artista exclusivamente  emocional, ya que en su práctica, su voz personal era lo que más se escuchaba. Los estilos van y vienen, y cuando entró la conceptualidad, la emoción se volvió abominable para las personas. Afortunadamente el mundo del arte es más abierto ahora, no tan dogmático y no atiende a etiquetas ya que es lo suficientemente grande como para captar el interés de todos.

Retrató y retrata la domesticidad porque es su territorio. Hogar, metafóricamente y emocionalmente, significa mucho para ella, y ha sido el espacio que le ha permitido ir creciendo como artista. Ella misma ha afirmado que le gusta explorar la sensación de estar en casa, la incomodidad y la tensión que hay, que a su vez deja al descubierto toda una gama de cosas ocultas.

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