Hay ocasiones en las que lo que más nos apetece es pegarnos un buen homenaje, por eso no nos tiembla el pulso en reservar en restaurantes como Küche que, además de darnos de comer como si fuéramos verdaderos gourmands, sabe cómo sacar provecho de un marco incomparable, elevándolo al mismo nivel de una propuesta culinaria no apta para aquellos que no tienen paladar ni saben disfrutar de lo verdaderamente exquisito. F: Cortesía de Küche

En Küche, la cocina vasca se convierte en el hilo argumental de una verdadera aventura gastronómica

Situado a un tiro de piedra de las caballerizas del Palacio de Liria (casa de la que fuera Duquesa de Alba) y a escasos metros de la Gran Vía, Küche se erige como otro de los restaurantes donde querrás dejarte caer para ver y ser visto. Un restaurante donde la cocina vasca (con tintes de lo más mediterráneos) se convierte en el hilo argumental de una verdadera aventura gastronómica, que te alegrará el día y te obligará a tener que volver.

Sabores y texturas que de manera ininterrumpida (su horario es de 12:00h a 02:00h) desfilarán por la sala mientras su selecta carta de bebidas no nos da un chance para el aburrimiento; pues estaremos de lo más entretenidxs, entregadxs a una exquisita simbiosis pocas veces paladeada.

¿Te ayudo a pedir? Platos como su ensaladilla negra con langostinos, el solomillo con txapella de foie o los rollitos crujientes de txangurro son sus opciones de obligado saboreo, mientras que sus zamburiñas braseadas con emulsión de cítricos, el cebiche de corvina, los saquitos de bogavante y marisco en salsa de gambas, el risotto de setas con trufa, el lomo de bacalao y cocochas con tomate o su selección de carnes con maduración Dry Aged» se convierten por derecho más que propio en las mejores decisiones culinarias para rozar el cielo con las puntas de los dedos.

No te vayas sin probar sus natillas caseras o el pastel de almendras, que son pura fantasía. ¡Ya nos contarás!