Cualquier proyecto que lleve el sello de Laila Bazham cuenta con nuestro certificado de calidad. Hawker45 se ha convertido en un espacio recurrente cada vez que estamos craving for Asia, así que cuando descubrimos que la chef filipino-brasileña había unido fuerzas con Erin Nixon, una sumiller sueca con residencia en Barcelona, poco nos costó acercarnos a este coqueto restaurante del Born. En el número 11 de la calle Carders, donde hace un tiempo había una coctelería y más tarde una tienda de mascotas, ahora encontramos La Catalista, un espacio que marida platillos sorprendentes con vinos top, el 70% de los cuales son ecológicos o biodinámicos –sí, algunos son también naturales, pero no les gusta autodenominarse como un bar de ídem, aquí el espectro es siempre más amplio–. F: Cortesía de La Catalista

La chef Laila Bazham de Hawker45 une fuerzas con la sumiller Erin Nixon para dar vida a La Catalista

Este bar à vins, que tiene un nombre que responde al crossover entre el acto de probar un vino para examinar su sabor y/o su calidad y el hecho de estar listos para ello, sirve los mejores caldos catalanes en un espacio de techos altos y sofás tapizados. La fórmula de la carta divide el protagonismo entre la selección de Nixon y los platillos elaborados por Laila y, de hecho, propone una referencia para cada una de las originales recetas.

A pesar de tener pasaporte sueco, Nixon es una perfecta conocedora de los vinos catalanes, de los cuales afirma se han recuperado variedades autóctonas muy a tener en cuenta, así como redescubriendo ancestrales métodos de elaboración. Ahora hay de nuevo muchos viticultores dispuestos a esperar los 10 o 15 años necesarios para recoger los frutos de su trabajo, y en La Catalista están dispuestos a hacer la selección de los mismos para que disfrutemos de referencias realmente especiales.

Así es como la carta marida 13 platos con 13 vinos​. Entre los primeros, podemos encontrar referencias que nos recuerdan la finísima técnica de Bazham a los fogones, con toda la paleta de sabores intensos y especias de la misma, aunque con un punto más moderado que en Hawker45. Los segundos, se pueden degustar por copa, media copa y botella.

Entre los platos podemos encontrar el ceviche de atún Akami con emulsión de kimchi, crema de rábano picante, manzana y tarama; los ​rollitos de polenta fries​ con mayonesa hoisin y encurtidos; las sabrosas ​BBQ smoked short-ribs​ servidas en tacos de lechuga con reducción de salsa barbacoa al jengibre y patata; o las espectaculares –y súper originales– vieiras salteadas con ensalada de tomate, emulsión de soja e hinojo. Que los veggies no entren en pánico. Erin es vegetariana, así que casi todos los platillos que encontramos aquí cuentan con su versión vegetariana.

Aunque La Catalista cuenta siempre con el mismo menú, el domingo cambia ligeramente su carta con una opción de brunch de 12:00h a 16:00h, que bien merece la pena probar.