Si hay algo que la nueva normalidad nos ha enseñado es a valorar aquellas cosas que han estado ahí siempre y que, quizá, no hemos valorado como se merecían. Pequeños recuerdos en nuestra memoria que ahora adquieren un valor añadido y que se convierten en la opción ganadora a la hora de escoger ese restaurante en el que olvidar por un rato la actualidad, el cómplice o partner in crime de una comida o cena que ya merecías. La Charca Taberna podría ser un buen ejemplo. F: Cortesía de La Charca Taberna

Situado en pleno centro de Madrid, frente a la levantada (está en obras) Plaza de España, nos topamos con La Charca Taberna, una taberna –valga la redundancia– abierta ininterrumpidamente donde la gastronomía madrileña y la asturiana se fusionan dando como resultado un acierto de lo más sabroso y espectacular. Un punto de encuentro de lo más moderno que, apostando por un recetario propio de nuestras abuelas, nos llega al paladar como la evolución propia de esos sabores y texturas que nos han acompañado toda la vida y, ahora, más que nunca.

Si, además, te decimos que en La Charca Taberna podrás probar el mejor cachopo de Madrid y el tercero de España, ¿cómo se te queda el cuerpo?

Una vuelta a las raíces a golpe de una variada y sencilla propuesta donde las preparaciones lentas y los sabores profundos e intensos son su más auténtica especialidad. Una fiesta de raciones contundentes (ay, Asturias… ¡cómo eres!) que nos permiten gozárnoslo todo con sus bolas de queso de cabra, la ensaladilla rusa, las croquetas caseras de jamón, el nido de patata paja con morcilla de Burgos, las piruletas de gambón y samosa de cebolla, los lomos de bacalao confitado, el sapito al horno, los chipirones de anzuelo con cebolla en su tinta, el solomillo de buey a la brasa, el rabo de toro guisado al modo tradicional, la carrillera estofada al vino tinto, los callos a la madrileña, la siempre acertada fabada, las verdinas estofadas con frutos del mar o un cachopo tipo Allande que es el verdadero niño bonito de la casa y al que todos quieren hincarle el diente.

¿Queda hueco para un postre porque tú lo que has venido es a jugar? Pues no te escapes sin probar el arroz con leche requemado como en Asturias, el brownie de chocolate con helado de vainilla o un strudel de manzana templada con el que entonar esa sobremesa. Y sí, también tienen tarta de queso casera. No necesitas más.