Ya tenemos otra excusa para abandonar unas horas la ciudad y trasladarnos a la periferia más disfrutona y radiante. Vilanova y La Geltrú vuelve a dar un golpe de efecto con La Daurada, un Beach Club que planea sobre el Mediterráneo donde se puede comer, tomar el sol, ladear la cabeza con uno de sus conciertos y desgastar suela en la pista de baile de su club hasta entrada la madrugada. No obstante, hoy queremos dedicar unas líneas a El Mirador, su restaurante, que está situado -literalmente- sobre el mar.

Además de las impresionantes vistas del lugar, los productos de proximidad son el auténtico protagonista de El Mirador, un restaurante que enciende los fogones a diario gracias a la propuesta de su chef Carles Tejedor. Se puede abrir el apetito con sus buñuelos de bacalao, el surtido de croquetas o sus simples y fantásticas anchoas. Fritos como la ‘Daurada’ en adobo con mayonesa de cítricos o los pescaditos de playa con gambitas rojas, dejan el sabor de boca ideal para pasar a los segundos.

La carta de El Mirador pone especial énfasis en los arroces con un punto gourmet

La carta de El Mirador pone especial énfasis en los arroces con un punto gourmet, como el negro de Vilanova con alioli y azafrán, su homónimo de pescado y marisco o el arroz caldoso de bogavante. No obstante, también encontramos otros clásicos como la ‘Daurada’ a la sal, el pulpo al Josper con alioli, el rodaballo a la brasa al estilo Getaria o el bogavante salteado con patatas paja y huevo frito de proximidad. Es de sabios dejar un hueco para postres como la sopa de frutas rojas con helado de kéfir y lima, el milhojas de crema, cabello de ángel y avellanas o el pastel ruso de almendras con chocolate deshecho, y acompañarlo de uno de sus vinos dulces. No hay que preocuparse por comer o beber de más, no hay prisa. La sobremesa mientras uno observa como cae el sol es el mejor regalo de La Daurada y debería estar terminantemente prohibido abandonar el lugar sin contemplar este inmenso atardecer.

No está de más saber que los meses de verano, en la puerta contigua, encontramos La Marabanda, un nuevo espacio de La Daurada con un concepto más desenfadado. Tampoco que si te acercas al espacio durante los meses de verano puede que te encuentres con música en vivo o algún Dj que amenice el espacio.

Comer o cenar en El Mirador cuesta a partir de 40€, cifra que variará en función de tu apetito y lo caprichoso que te pongas con su carta de vinos, que cuenta con una extensa selección de referencias, catalanas en su mayoría.