El llegar a la conclusión de que la gastronomía italiana es solo pasta y pizza es una teoría absolutamente reduccionista en la que jamás deberíamos caer. Eso si, verdaderamente, te haces llamar foodie. La cocina italiana es mucho más variada que estos dos platos tan recurrentes y si hay un sitio donde poder exprimirla al mismo, descubriendo cada una de sus variantes gastronómicas, el restaurante La Focaccella es el local indicado.

El estudio Costa Group se encarga magistralmente del diseño interior del local, muy alejado de la decoración que se espera de un restaurante italiano

Geolocalizado a un tiro de piedra de la plaza de Callao y con una fachada que llama la atención de entre las opciones culinarias del tramo más turístico de la calle Preciados, La Focaccella nos recibe para nuestro más deseado deleite. 200 metros cuadrados con una capacidad para 100 comensales y en los que las vigas, el ladrillo visto, el mármol de Calacatta, los alicatados y demás guiños industriales no hacen otra cosa que convertirse en el mejor marco de una propuesta diferente y a la italiana.

Un restaurante que homenajeando a la focaccia como abanderada de la autenticidad típica italiana, plantea a modo gourmet una carta que hace hincapié en los básicos y menos básicos de la cocina del país vecino.

A platos menos comunes como los saquitos de queso y pera, fagottinis con chorizo, casarecces con trufa, bucatinis a la amatriciana, cornettos con atún y cebolla roja o romaninas de pollo crujiente se unen sus focaccias y pizzas para cada gusto y paladar, sus boloñesas y carbonaras sobre pasta recién hecha y un bar de ensaladas en la que poder fusionar como se tercie sin olvidar los postres y con ellos su tiramisú, cruasán relleno de Nutella y típicos helados.

Una experiencia que deberías probar si alguna vez pensaste que más allá de la pizza y el plato de espaguetis había poco más o si como curioso paseas por Preciados y te preguntas qué hay detrás de esa puerta de entrada tan bonita. ¿Probamos?