El termómetro sigue pegando fuerte y a nosotrxs nadie nos para en nuestra fijación de exprimir el tiempo al máximo de terraza en terraza. Una decisión más que perfecta para combinar con ricas carnes a la parrilla y esos platos tan tradicionales con los que se nos hace la boca agua con tan solo nombrarlos, y que nos esperan en La Parrilla de Nino. F: Todas las imágenes cortesía de La Parrilla de Nino © La Parrilla de Nino.

Puede que ya te hubieras dejado caer por su local del Príncipe Pío, por ello es más que obligado que hagas lo propio con su versión más de barrio en mitad de la Plaza de Cristino Martos. Un enclave a un tiro de piedra de los últimos números de la Gran Vía, pero lo suficientemente alejado de ella como para que no te aturda tanto ir y venir y puedas disfrutar de una comida o cena como ya no recordabas.

Si para ti cualquier experiencia gastronómica empieza con una cerveza tirada bien fresquita, apúntate La Parrilla de Nino como una de tus paradas obligadas. Prueba y verás.

Porque en La Parrilla de Nino, siguiendo con su empeño de ofrecernos las mejores carnes patrias, es normal caer rendidxs ante chuletones, carnes maduradas, hamburguesas y una selección bastante interesante de presa como pocas veces habrás probado. Una apuesta segura tanto si eres carnívorx como si lo tuyo es perderte por otras lides. La Parrilla de Nino no hace de menos a ningún paladar y en él la magia comienza por una cerveza Águila bien tirada.

Una auténtica (y muy necesaria) ida de olla culinaria que, de principio a fin, nos regala una experiencia gastro, ahora que hemos dejado de lado la operación bikini, trikini, turbo, sunga brasileño, bañador hasta los tobillos o lo que tengas a bien llevar, que nos sirve como antesala a un otoño no muy lejano para el que hay que coger reservas.

Así, no le decimos que no a sus croquetas caseras de rabo de toro o de carabinero, a sus espectaculares bravas, huevos estrellados con gulas y gambas, sus torreznos, la oreja o el chorizo a la sidra, la ensaladilla con ventresca, los pimientos de padrón, el cachopo de jamón, su costillar de cerdo o lomo de atún a la parrilla, su crispy burger, los calamares, el pulpo a la gallega o un Tomahawk de 1,3kg que bien merece una espléndida sobremesa. Ayúdate de un tiramisú casero y un licor de hierbas y a volar.