No hay plan que más nos guste que nos propongan que ir de terrazas. Uno de los deportes veraniegos que más repetimos y que, de compaginarlo con otra actividad, consigue el 10 sin pensarlo ni un minuto. ¿Qué me dirías de comer o cenar en una terraza a la fresca cuando antes o después nos hemos dado un buen baño de cultura contemporánea? Pues un plan con mucho arte, ¿no? Sigue leyendo, que esto te interesa. F: Cortesía de Terraza Summerful

Hasta el final del verano, en la terraza del NuBel podrás probar el menú que el chef José Olmos ha elaborado junto al bartender Luis Inchaurraga

El NuBel (el restaurante del Museo Reina Sofía) inaugura otro verano más su maravillosa Terraza Summerful, punto de encuentro de la gente que siempre mola ver, de la que siempre gusta rodearse y que durante los próximos meses no dudarán en dejarse caer por este restaurante diseñado por Jean Nouvel que tanto nos llena estéticamente. Una terraza donde se comen y viven los planes de otra manera, que supone una parada obligatoria si eres un cultureta pro.

Un plan A con el que poder darte a la buena comida y mejor bebida de la mano de unas croquetas, patatas bravas, MariPuris rellenos de carrillera de ternera con boletus, brioche de calamares con alioli, puerros acevichados, alcachofas confitadas con foie, bacalao rebozado, steak tartar sobre tuétano, solomillo trinchado, falso risotto o el menú por el que todos preguntan y con el que el chef José Olmos y el bartender Luis Inchaurraga se lucirán hasta que los últimos rayos del verano dejen de caldear el ambiente.

Un menú a medio camino entre Inglaterra e Islandia, lleno de matices que paladear bien a gusto y que, formado por unos entrantes, primero a elegir y postre, te hará explotar la cabeza. Una experiencia culinaria que nos lleva de la mano desde unos primeros bocados de brandada de bacalao, salmón marinado con remolacha y emulsión de eneldo y cottage pie hasta un fish & chips (corvina rebozada crujiente, espuma de guisantes y patata paja) o cordero y ruibarbo con crema de coliflor socarrada y lombarda encurtida (a elegir), para terminar con una banoffe pie, con la que rozar el cielo con las manos. ¿Una copita? Como sabemos que las terrazas llaman a las copas tanto como un pan con tomate y jamón al desayuno, una copita de Martin Miller es más que obligada. ¡Qué arte!