Si hay una década que amamos con todas nuestras fuerzas son los 80 y no nos cabe duda que si, además, esta pasión por volver una y otra vez a los años más locos y desinhibidos de nuestra historia se le une nuestro más que probado amor por la cocina y todo lo que los buenos chefs nos pueden ofrecer, para qué queremos más. Las chicas, los chicos y los maniquís ponen lo suyo para que esta fantasía ocurra.

Con más de tres décadas a sus espaldas haciendo buena hostelería en Barna, el Grup Iglesias (Tickets) desembarca en pleno centro de Madrid, trayendo consigo no un pedazo sino toda la parafernalia de la Movida de la siempre has soñado rodearte. Una vuelta en el tiempo al colorido, desenfreno cultural y efervescencia pop/trash de una época que sigue actuando sobre nosotros como perfecto revulsivo.

Una apuesta por un restaurante que lo peta (y mucho), situado en los bajos (no podía ser de otro modo) del Hotel Axel y que más allá de un homenaje a tantos y tantos artistas que permitieron a generaciones futuras pensar diferente y romper con cualquier tipo de imposición/regla supone una bocanada de aire fresco, una oda a la transgresión más modernita.

Nostalgia y buen comer se unen de manera efervescente en este local donde la Movida madrileña es un ingrediente más de su menú

Un local que divide la zona de barra/cafetería de su espacio de restaurante y que a modo de película de Almodóvar/mural de las Costus da la bienvenida al cliente que no pretende de salir de allí hasta que no haya instagrameado hasta el último rincón.

Y una cocina  de autor, creativa y rompedora que se sustenta en el chef Pedro Gallego (alumno de Gordon Ramsey, entre otros) y en el asesoramiento creativo de Miguel Estrada y Robert Gelonch que muchos reconocerán al haber trabajado codo con codo en los proyectos de Adrià.

Platos como su ración de aceitunas gordal esféricas, las gildas de siempre que aquí reciben tratamiento de Hermenegilda, sus boquerones marinados con chalaca y caviar de albahaca, sus Papa Luci Boom (que son sabrosas chips con vinagre y pimentón dulce de la Vera), las cortezas de cerdo con polvo  de maíz y cilantro, su hamburguesa de los 80 o las piparras fritas en tempura, los Nacho Pop con guacamole con gambas, sus ricas ostras (naturales o ceviche maracuyá), el rodaballo frito en adobo con mahonesa de lima o el lomo de bacalao sobre crema de berenjena y pil-pil y su espectacular cochinillo ibérico confitado con salsa de tamarindo y patata criolla. Fantasía cheli pa’ tu cuerpo.