He aquí una píldora de belleza en mayúsculas gracias a Le Salon. Hace ya casi nueve años que el lugar está en activo con una premisa muy clara: unir peluquería, moda y belleza. La evolución que ha vivido en casi una década, siempre en ascendente, le ha llevado a trasladarse definitivamente al 230 de la calle Mallorca, donde lleva a cabo escaparates temáticos, protagonizados por nombres como María Escoté o Teresa Helbig, y pasando por artistas florales, escultores y un sinfín de propuestas. El motivo está claro: en Le Salon consideran que la peluquería es un arte y por ello han decidido compartir el espacio con alternativas artísticas que inspiren a los clientes cada vez que visitan el lugar. 

Su nueva ubicación de Le Salon ofrece posibilidades mucho más amplias y nuevos servicios. Normalmente la visita empieza con un diagnóstico y asesoramiento personalizado hecho por un colorista y un estilista, para descubrir así qué técnica de color o corte de adecuan mejor a la fisonomía y estilo de visa del cliente. El primero acostumbra a optar por un color natural y exclusivo para cada cliente, aplicando por ejemplo unas mechas bayages -técnica al pincel-, mientras el segundo lleva a cabo un trabajo acorde con los deseos de la persona, aunque siempre con el sello de la casa. ¿Lo mejor? Al terminar el servicio una maquilladora te dará un retoque gratuito. Aquellos que busquen una experiencia completa deberán tomar un tiempo extra de relajación con alguno de los tratamientos faciales o corporales de la cabina jardín, situada en la parte trasera del espacio. 

En Le Salon cuentan también con una exclusiva gama de productos con la que trabajar. Entre ellos, encontramos nombres como Aveda, Jo Hansford, C. Robin o Eve Lon. También puedes encontrar una selección de diademas de Jenifer Behr y turbantes de Saako, por poner un ejemplo. 

Para ver las fotos de su fiesta de presentación en su nueva sede, haz clic aquí. Si te apetece visitar un salón de belleza en un entorno exquisito, con exposiciones temporales mientras te relajas en su jardín trasero tomando un té, ya tienes nuevo lugar favorito.