En lo bajo del barrio de Gràcia se encuentra Lights of Gracia, una sorpresa gastronómica escondida dentro del hostal Generator Barcelona. A priori, puede resultar inusual considerar el restaurante de un hotel como opción para comer o cenar, aunque nada más entrar en el Generator el ambiente excéntrico y la curada decoración aportan una cierta garantía de por dónde irán los tiros del Lights of Gracia.

La intención del restaurante es hacer un homenaje a la idiosincrasia catalana sin dejar de lado las influencias extranjeras. De ahí que el estudio de diseño Design Agency ambientara el local con coloridas baldosas que aluden a la Rosa Barcelonesa y decenas de lámparas inspiradas en las que adornan las calles durante las muy famosas fiestas del barrio.

En su carta es donde más presente está la combinación de orígenes, ya que, además, su chef Bruno Silveira, oriundo de São Paulo, ha forjado su currículum en países como Suecia. Con platos que no dejan de ser comfort food para quien nos visita, como sándwiches, pizzas o hamburguesas, son los ingredientes y sus peculiares mezclas los que dan un toque original al Lights of Gracia.

Para abrir boca la carta propone algunos clásicos españoles como bravas, pulpo á feira, una tabla de jamón ibérico o, la estrella de la sección, el básico pa amb tomàquet con un tomate rallado verdaderamente delicioso sobre un pan de coca tradicional. Como entrantes, el  sandwich cubano de cerdo con jamón serrano, queso cheddar, pepinillos y mosaza hace salivar a cualquiera. Si no, las mini hamburguesasde ternera con cebolla caramelizada, serrano y mayonesa de chipotle o su versión en pollo marinado en leche de coco con curry.

Las pizzas son un caso curioso en la carta, ya que la base es una especie de pan plano preparado por el mismo proveedor local del pan de coca, no se trata de una masa tradicional. Además, los sabores presentan una propuesta muy atrevida; cuentan con tres versiones: la pizza de espinaca con hongos Portobello, ajo y queso de Tetilla gallego, la pizza Mallorca con queso balear de Mahón, sobrasada, miel y cebollas caramelizadas y la pizza de pollo asado con pimientos de piquillo y puerro. Este toque español sobre pan catalán en una invención italiana resulta cuanto menos apetitoso…

A pesar de que los entrantes y los primeros son suficientemente abundantes, hay quien aún guarda hueco para la pluma ibérica a la plancha con puré de patata a la trufa y reducción de vino dulce de Jerez , que compite seriamente con la lubina a la plancha con tomates cherry, alcaparras, olivas negras y vinagreta de limón. Para rematar el paseo por la gastronomía española –catalana, balear o cantábrica–, cubana, americana e italiana, no podía faltar un buen chuletón gallego con patatas.