Por alguna extraña razón que escapa a nuestro conocimiento, en Good2b aún no habíamos dedicado unas líneas a la marisquería más fresca de Barcelona. Y no lo decimos solo por el producto que sirven en su barra o en una de las escasas mesas con las que cuentan al final del local, sino también por la algarabía y el espíritu pizpireta del lugar. Esta marisquería de ‘gama media’, como a ellos les gusta decir, lleva casi dos años animando el ala este del barrio de Gracia gracias a una brasa -y a veces plancha- que sabe dar el toque a todo el producto que se reboza en sus llamas.

Con el producto como protagonista absoluto y una carta corta y concisa, Lluritu ha conseguido convertirse en un espacio único en su especie, un lugar con una fórmula infalible aunque sencilla: coger la esencia del ‘old school’ y darle esa vuelta de tuerca para convertirlo en apto para todos los públicos. Comer o cenar en el Lluritu significa compartir barra con señor de a punto de entrar en la tercera edad disfrutando de una caña bien tirada con unas anchoas, pero también con una pareja de hipsters gourmet. Y este es parte de la gracia de esta marisquería de nuevo cuño.

Lluritu coge la esencia de ‘old school’ de las marisquerías y le da esa vuelta de tuerca para convertirlo en apto para todos los públicos

No obstante, la balanza del encanto del lugar se decanta hacia los placeres del paladar cuando uno empieza a degustar sus platillos, que en la mayoría de casos se pueden pedir también en su versión de media ración. Entre los imprescindibles encontramos las hojas de atún, las navajas a la plancha o su ensalada de tomate, tan básica como espectacular. Otros clásicos son también delicias como el pulpo seco, las sabrosas coquinas o básicos del mundo marisquero como las gambitas, las ostras, las zamburiñas o los mejillones.

Lo mejor de todo aún no os lo hemos contado: el precio. Puedes quedar más que satisfecho a partir de 25/30€. Avisamos: ¡abstenerse aquellos a los que no les guste ensuciarse las manos!