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Julia Pont

Hay momentos en los que dos mundos se cruzan y surge algo realmente especial. Eso es lo que pasó durante la Milan Design Week, donde Longchamp presentó su colaboración con el ebanista y diseñador Pierre Renart. Una propuesta que confirma que la innovación también puede ser muy elegante y que no podíamos dejar pasar.

Dos piezas que redefinen la artesanía contemporánea

La colección gira en torno a dos piezas clave: el banco Wave, una auténtica escultura en movimiento que no está a la venta y la serie limitada de ocho sillas Ruban, disponibles para coleccionistas y amantes del diseño con ojo fino. Ambas piezas han sido meticulosamente elaboradas en nogal americano y vestidas con la emblemática piel de vaca de Longchamp.

La boutique de Longchamp se convirtió durante esos días en un universo paralelo, un espacio elegante y orgánico, donde la obra de Renart cobraba vida. Y no es para menos: Pierre Renart, formado en la mítica École Bouelle, es conocido por su visión singular y casi poética de la madera. Con esta colaboración, no solo refuerza su lugar en el mapa global del diseño, sino que también abre un nuevo capítulo en su trayectoria al explorar por primera vez la unión entre la madera y el cuero como elementos expresivos.