Hay uniones que traen resultados mágicos e inesperados. Es el caso del fotógrafo Marc Alcock y la diseñadora Louisa Parris.

Las sedosas telas imitan sus alrededores con la intención propia de un ser vivo enormemente grácil

Esta es una de las veces en que pareciera que dos creativos de diferentes disciplinas necesitan juntarse para terminar un producto que de otra manera estaría incompleto. En esta ocasión, el fotógrafo inglés capturó las famosas y elegantes mascadas de Louisa Parris al viento sobre el desierto de Nuevo México.

Estas imágenes levantan estos tejidos tan ligeros a una categoría viva que no podría existir de otra manera. La delicadeza, elegancia y vivacidad de las piezas de Louisa Parris quedan perfectamente retratadas sobre la arena blanca en un momento congelado que tiene la misma gracia y sutileza que las propias mascadas.

Alcock saca a relucir el refinamiento y lujo implícito en los diseños de Louisa Parris, creados a partir de múltiples focos de inspiración, desde la arquitectura y el arte abstractos, a la ilustración o el diseño gráfico. En paralelo, las imágenes de Alcock nacen a partir de una observación del entorno de las cosas y su lenguaje visual, incidiendo en la unicidad de las formas y texturas de un lugar. Y es así como las sedosas telas de Louisa Parris imitan sus alrededores con la intención propia de un ser vivo enormemente grácil. De ahí que parecieran estar hechos el uno para el otro.

Sin más, dejamos aquí estas imágenes magníficas que no más que para disfrutar.