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Ariana Díaz Celma

Hace ya tiempo que Mikel Iturriaga opera bajo el nombre de El Comidista en el blog que escribe para El País y que le ha situado como una celebridad del género foodie en esta latitud. Antes, pero, había ejercido como periodista musical en medios como El País, Canal + o el desaparecido ADN. Hace poco más de un año sacó un libro de recetas que arrasó y el fenómeno parece que sigue in crecendo. En good2b le hemos entrevistado.

Empezaste escribiendo como periodista cultural y has terminado siendo el Karlos Arguiñano de la generación 2.0. ¿Cómo se hace este recorrido?

Dando muchos bandazos y no teniendo nada clara tu verdadera vocación. Con mucha suerte. Y algo de pesquis para darme cuenta de que había una manera de tratar la comida poco tratada en España: con sentido del humor, sin pretensiones y mezclándola con la cultura pop. Pero vamos, fue todo bastante casual: si no me hubieran echado de ADN, probablemente no hubiera empezado Ondakín (mi primer blog de comida), y sin Ondakín no me habrían llamado de El País para hacer El Comidista.

¿Qué desayuna, come, merienda y cena habitualmente el Comidista?

Desayuno dos o tres piezas de fruta, algo de pan con fiambre, cereales y a veces una tostada con aceite y mermelada. Para beber, Nesquik, porque el café me da ansiedad. Suelo comer de tupper en el estudio donde trabajo, casi siempre verduras y legumbres con un poco de carne o pescado de guarnición (no como plato principal). Ceno pronto: si es en casa, ligerito y verduril; si es fuera, cerdeo más y me entrego a las grasas y los dulces.

¿Tiene el fast food lugar en tu dieta?

Sí, pero muy ocasionalmente. No le hago ascos a una buena hamburguesa guarra o a un kebab grasiento de vez en cuando, pero no es algo que me apetezca a diario.

¿Comida tradicional o de autor?

Las dos cosas. Para diario, la tradicional; para conocer cosas nuevas o darte un homenaje, la de autor. No mitifico ni la una ni la otra: hay cosas tradicionales que no me gustan -las verduras recocidas, por ejemplo-, y cocina de autor de autores muy plastas y muy plúmbeos.

¿Qué necesita una receta para que repares en ella?

Frescura, cierta originalidad, simplicidad (el barroquismo culinario absurdo no me gusta) y temporalidad: si veo una receta de naranjas publicada en verano o una de fresas en diciembre, digo no, no, no cual Amy Winehouse.

¿Crees que la comida viejuna sería un hit si no fuera por tus posts reivindicándola?

La comida viejuna está ahí, no la he inventado yo, como diría Sandro Giacobbe. Yo le tengo cierto cariño, la verdad: me divierte encontrarme platos viejunos, y desde luego, los prefiero a los neoviejunos, tipo la ensalada con reducción de Módena, el foie chungo y todas esas mierdas. Lo que pasa es que hay gente que entiende ‘viejuno’ como ‘malo’, y no es necesariamente así: en un momento dado, un bocata de chorizo de Pamplona con margarina te puede dar más placer que un plato súper sofis.

Dinos una receta de verano que vaya como anillo al dedo a los good2b’ers…

En rigurosisíma exclusiva, te daré una receta de próxima publicación en El Comidista: tomates rellenos de bulgur y cilantro. Coges unos tomates pequeñitos (no cherry, más bien tipo kumato) y los cortas por la mitad. Vacías el interior una cuchara, y con las pepitas, el líquido y la pulpa que salga preparas un relleno con bulgur o cuscús cocidos, cilantro picado, aceitunas negras picadas, cebolla tierna picada, limón, aceite de oliva y sal. Los rellenas y ya está. Fácil, rápido e increíblemente bueno.

Tus hotspots favoritos en Barcelona son…

Muchos. Restaurantes: el Coure, el Envalira, L’Olla de Sichuan, el chino chino de Alí Bei, el Omeïa, un japo nuevo buenísimo que he descubierto que se llama Wagokoro… De bares y cafés me gusta mucho el Cosmo, el Klavier, el Harry’s Bar y el Dry Martini. Es todo bastante viejuno, pero a mis 83 años no se puede pedir mucho más.

No puedes parar de escuchar en modo repeat…

Para hacerme el moderno diré que los Memory Tapes y The Pains of Being Pure at Heart (aunque igual ya se han pasado de moda, puede ser). También estoy en una época de dar mucho la caca con Françoise Hardy, aprovechando que Wes Anderson la ha puesto en su última película.

Prohibirías…

El cabello de ángel. Mejor dicho, el cabello de ángel SORPRESA, ése que meten en los bollos sin avisar y para cuando te los has metido en la boca y te das cuenta, ya es demasiado tarde.

Nunca pensabas que terminarías…

…de leer el Ulises de Joyce. Y en efecto, no lo terminé. De hecho, no pasé de la página 20, creo recordar.

Para ti ser good2b es…

Hedonista. Y supongo que un poco petarda también, ¿no?