¿Todavía no conoces a Miquela, la primera influencer virtual?
Heavy metal… «¿A dónde está llegando el mundo?» o «¿cómo de locos nos estamos volviendo?» seguro que son dos preguntas que se han disparado en tu cabeza al leer el titular. La palabra perplejidad se queda corta para expresar que, por un lado, estemos flipando en que algo así pueda ser noticia, que lo es, y por otro lado, los pelos como escarpias porque realmente ¿ya estamos en ese momento de hacerse realidad la ciencia ficción? Sea como fuere, os presentamos a Miquela aka @lilmiquela, por si no la conocíais ya.
Miquela Sousa es una modelo y músico brasileño-española de 19 años que reside en Los Ángeles y cuyo Instagram ya cuenta con la friolera de 550k de followers
Hecho el ‘follow’ pertinente, proseguimos en la divagación de tratar de saber de dónde viene todo esto y a dónde nos lleva. ¿Una influencer virtual? ¿un avatar jodidamente perfecto porque, para empezar, no siente ni padece, ni dietas, ni presiones, ni hostias en vinagre? Me veo al gremio blogger y de modelos levantando armas, haciendo sentadas y manifestándose para proteger lo que es ¿suyo? Si es que lo virtual nos está robando la vida, o lo que es lo mismo, el tiempo. No obstante, hemos de reconocer que como experimento resulta de lo más interesante; la gente dando likes y comentando a un avatar. El ser humano es… excepcional. Bien es cierto que no es el primer ejemplo de virtualidad de la historia (¡qué nadie olvide a Gorillaz!) pero es que lo de Miquela es de traca, así como también su perfil: Miquela Sousa es una modelo y músico brasileño-española de 19 años que reside en Los Ángeles y cuyo Instagram ya cuenta con la friolera de 550k de followers que ansían ver como posa con marcas como Chanel o Supreme, o apoya grandes causas sociales como Black Lives Matter. ¿Volvemos a repetir lo de «heavy metal»?
Ojo, nuestra misteriosa Miquela ya ha dado entrevistas, y aunque sus respuestas y acciones son «todas generadas por computadora», se niega a ser vista de otra manera que como individuo, ‘declarando’ perlas como: «me gustaría que me describiesen como artista o cantante o algo que denote mi oficio en lugar de centrarse en las cualidades superficiales de lo que soy». Joder, me va a caer bien y todo. El misterio y la polémica de saber quién es realmente -si es que es alguien- o si se trata de una estrategia de marketing de la ciudad de Los Ángeles, entre otras teorías, sigue ahí fuera…