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Ariana Díaz Celma

Si la combinación de Chester, bola de discoteca y techo artesonado de la foto te resulta familiar, puedes presumir de ser uno de los afortunados que ha estado entre las paredes del Mutis, la coctelería situada en un piso de l’Eixample barcelonés que ha sido premiada como la mejor de Europa. Tal galardón se lo ha atribuido Drinks International, una publicación británica especializada en vinos y licores que ha caído rendida a los encantos de la atmósfera que se genera en este salón día sí día también. El artífice de tal invento es Kim Díaz, que ha sido capaz de crear una auténtica leyenda con este lugar. ¿El motivo? Se trata de un club privado al que sólo pueden entrar sus miembros y acompañantes. De hecho, incluso su localización es secreta. En good2b no te revelaremos los datos secretos del Mutis, pero sí te diremos qué pasa entre sus cuatro paredes…

Como ya hemos dicho, el Mutis no es una coctelería al uso, sino un club privado en el que uno debe asumir dos retos: el primero encontrarlo y el segundo ganarse la entrada. No creas que es misión imposible, la crew de good2b lo ha conseguido y sólo te podemos decir que el esfuerzo bien merece la pena. Quizás sea porque su lema ‘educación canallesca’ nos va como anillo al dedo o por su vocación ‘cuanto más mejor’, nuestro leitmotiv diario. Su exclusividad se puede palpar en el ambiente, siempre para bien. Porque sentarse en una de sus mesas es sentirse como en el comedor de casa, aunque acompañado por otros comensales y con una banda que se desgañita por tocar los mejores temas de soul, funk y disco en vivo y en directo. Como podrás imaginar, la velada empieza tranquila para terminar  -si el ambiente acompaña- bailando entre sofás.

El espacio, con claras reminiscencias vintage asociadas a la historia del Eixample, tiene un punto cabaretero muy divertido. Su carta de cócteles es pura perversión de la que pueden disfrutar sus 550 miembros, que tienen acceso al espacio mediante huella dactilar. Cabe tener en cuenta que la primera consumición siempre costará 20 euros, que se pagan bien a gusto por la admisión y la música en vivo, y el segundo lo que marque la carta. Jordi Baqués, discípulo de Joao Eusebio, es el encargado de agitar la coctelera para parir combinados como el Shopaholic (limón, triple seco, vodka macerado con vainilla de Magadascar, piel de naranja de Valencia y zumo de arándano aromatizado con piel de naranja) o el Mutis, un homenaje a las paredes color champagne del local, a base de Bourbon, triple seco y licor de chocolate con champagne.

Además, de jueves a sábado también hay opción a restaurante, con una carta heredada de su hermano mayor Bar Mut -puede que este dato te de alguna pista de su situación-. Puedes probar así platos como el carpaccio de hueves fritos o la nécora rellena de txangurro.

Ahora que tienes las pistas necesarias, te retamos a que encuentres el Mutis, entres en él y nos lo cuentes. ¿Te hace?