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Ariana Díaz Celma

Uno de los artistas más interesantes y sofisticados de la escena contemporánea. Así es Nicolas Bernier, un ser que crea performances sonoras, instalaciones, música concreta, electrónica en vivo, post-rock, improvisación acústica y vídeoarte. No cabe duda que estamos ante un personaje ecléctico, una figura a la que le gusta mantener el equilibrio entre lo cerebral y lo sensual, entre las fuentes de sonido orgánico y el procesamiento digital. Este viernes estará en la 10ª edición del L.E.V. de Gijón presentando frequencies, un trabajo que se basa en sistemas generativos básicos, es decir, que se forma a partir del diálogo de elementos como el sonido digital, la luz sintética y los materiales plásticos. Como no, siempre con un alto grado de improvisación. En Good2b le hemos entrevistado.

Para aquellos que no conocen tu trabajo, con frequencies, ¿cómo consigues hacer un concierto a partir de la mezcla perfecta entre sonido digital, luz sintética y materiales plásticos? ¿Cómo describirías este tipo de actuación? 

Es una experiencia audiovisual, pero en lugar de tener el visual en el vídeo, como de costumbre, el visual se vincula al espacio físico donde el público se encuentra. Así que yo diría que es algo más concreto. El efecto es un poco como si pudiéramos ver la luz o escuchar el sonido porque ambos elementos se componen muy cerca en el espacio físico de donde está el espectador.

Y, ¿cómo te describirías a ti mismo? Eres muchas cosas a la vez: performer, músico, video artista, profesor y mucho más. ¿Cómo se llega ahí? ¿Cuál es el resultado de la conjunción de todas estas áreas?

Prefiero decir que soy simplemente un artista, para no tener que meterme en una caja, aunque mi trasfondo más pesado es el de la música. He hecho muchas cosas en la vida, desde diseño gráfico hasta periodismo y arte, así que describiría mi enfoque como algo muy disciplinario. No estoy añadiendo música a un arte visual o al diseño de iluminación, sino que todos estos elementos son una parte intrínseca de mi trabajo… Es un poco complicado etiquetar todo esto.

«La tecnología siempre ha estado ahí, teniendo en cuenta que un instrumento como el piano es una tecnología maravillosa»

¿Cuándo crees que la música, el arte y la tecnología se cruzaron por primera vez, para poder experimentar el tipo de actuaciones que tú u otros artistas contemporáneos hacéis? ¿Cuándo dirías que comenzó todo este movimiento y a dónde piensas que llevará?

Mi visión es que la tecnología siempre ha estado ahí. El piano es para mi una tecnología maravillosa, así que no estoy pensando mucho en términos tecnológicos, sino dándole forma a mis ideas con las herramientas que tengo a mi disposición. Pero uno de los puntos clave y álgidos del arte tecnológico en la historia fue, por ejemplo, el 9 Evenings: Theatre and Engineering, que tuvo lugar en Nueva York en 1966. Hay un montón de ejemplos como este. La primera vez que me encontré este tipo de arte fue en el International Festival of New Cinema and New Media (FCMM) en Montreal, curado por Alain Mongeau, el ahora director artístico del Mutek, un festival canadiense de música electrónica muy importante. Luego, el Elektra Festival, en Montreal también, fue otro evento híper influyente que cambió mi percepción de lo que el arte puede llegar a ser. Montreal es desde luego uno de los lugares con más encanto en el mundo cuando hablamos de arte electrónico.

¿A dónde crees que nos llevará todo este movimiento?

¿Que a dónde llevará? Creo que, llegados a un punto, las artes digitales de vanguardia se normalizarán y se integrarán en los espectáculos convencionales. A estas alturas, porque, de hecho, ya está pasando, el mundo del arte necesita cuestionarse a sí mismo para poder entender lo que es arte y lo que no. Ahora mismo, sólo puedo decir que continuará…

Trabajas con tecnología, pero siempre aplicada a procesos naturales. ¿Qué tan importante es lo analógico en tu trabajo técnico?

Para mí, lo que es importante es no imponer ideas inútiles a mi trabajo. No necesita ser analógico, no necesita ser digital, no necesita ser mecánico, no necesita ser nada. Creo que un artista debería simplemente hacer lo que cree que debe hacer. Pero me gusta la integración de las imperfecciones porque la tecnología digital necesita la imperfección de lo analógico para conseguir un equilibrio estético

Frequency lleva ya tiempo de gira. ¿Cuáles son tus planes para el futuro cercano? ¿Algún spoiler que se pueda contar?

Ahora mismo estoy completamente obsesionado con la ciencia ficción. Estoy trabajando en un proyecto en el que espero conseguir crear una experiencia de viaje ligero, un poco como si estuviéramos atrapados en Stargate, la escena de 2001: a Space Odyssey. Sé que tengo en marcha mi propio prototipo, pero es un proyecto ambicioso y necesito encontrar a algún productor para hacerlo realidad.

Tus hotspots favoritos en en Montreal son… 

Alrededor del año 2000, algunas personas de la banda de culto Godspeed You! Black Emperor crearon espacios dedicados a la música alternativa en todas sus formas: Sala Rossa, Casa Del Popolo, Il Motore, La Vitrola. Estos lugares cambiaron completamente, pero COMPLETAMENTE, el espectro musical de la ciudad y por ello estos chicos tienen mi máximo respeto. También me encantan Casa Del Popolo, que es un café vegetariano con bocadillos fantásticos.  Café Santropole tiene una de las terrazas más bonitas de la ciudad, justo al lado del Mont-Royal. Este último es un lugar increíble, como un bosque en medio de la ciudad, diseñado por Frederick Law Olmsted, quien también diseñó el Central Park de Nueva York. Personalmente, suelo evitar el centro de Montreal, pero el Canadian Centre for Architecture (CCA) sigue siendo uno de mis lugares favoritos, ¡tiene una librería buenísima! Y, por último, Taz is where you will find me, un skatepark cubierto de primera gama.

Nunca pensaste que acabarías…

¡Siendo todo lo que soy hoy! Artista, profesor, padre y skater.

No puedes dejar de escuchar…

El último disco de Dinosaur Jr., ¡simplemente no puedo quitarlo! También me encanta Clipping, su fusión de hip hop y ruido es lo más delicioso e inteligente que he escuchado recientemente de la música moderna. En general, también me gusta todo el sonido de Bristol de los ’90: Portishead, Massive Attack, Roni Size. Y, por supuesto, The White Room de KLF. Esta banda es tan mítica… Estoy totalmente obsesionado. De Natura Sonorum del compositor francés Bernard Parmegiani es LA mejor obra maestra de la electrónica más old school jamás creada.

Para ti, es Good2b…

¡Ser consciente que es bueno ser parte de este mundo!