Nuestro “10 years challenge” particular: los diez mejores temas dosmileros nacionales (Parte 1)
Hace unas semanas hicimos nuestro “10 years challenge” particular con los temas internacionales que marcaron nuestros dosmiles, pero echábamos de menos una selección nacional, de esas canciones que nos acompañaron en nuestras alergias y en nuestras penas, esas bandas que vimos en concierto hasta la extenuación, a las que seguimos en sus tours por la península ibérica, desde Madrid a Barcelona, de Portugalete a Murcia, desde el Razz hasta la Siroco. Ahí van los temas de la primera parte:
[Nuestro “10 years challenge” particular: los diez mejores temas dosmileros nacionales (Parte 1)]
[Nuestro “10 years challenge” particular: los diez mejores temas dosmileros nacionales (Parte 2]
Tulsa – Solo me has rozado (Solo me has rozado, 2007)
Solo me has rozado, el debut de la banda de Hondarribia fue aplaudido por la crítica y el público hasta la extenuación. Y es que este proyecto liderado por Miren Iza dejó al trasluz un exponente de pop-folk y americana cálido, marcado por la voz desgarradora y sentimental de la vocalista y letrista. El tema que marcó mis dosmiles daba título al álbum que lo acogía. Solo me has rozado es poesía, lija, andén, dolor. Un tránsito instrumental iniciado por la punzante guitarra de Alfredo Niharra que da pie a pensar en la más dramática de las rupturas en el séptimo arte. T. Lucía Morales
Antònia Font – Batiscafo Katiuscas (Batiscafo Katiuscas, 2006)
En 2006 los mallorquines Antònia Font tenían la ardua tarea de sacar un disco a la altura de su última publicación, Taxi (Discmedi, 2004). Evidentemente, lo consiguieron. Batiscafo Katiuscas (Discmedi, 2006) sigue siendo hoy en día la cumbre del grupo, y el tema que da nombre el disco, su obra maestra. Inspirada en los submarinos comunistas y tintada por los toques de ciencia-ficción que venían definiendo al grupo desde su anterior álbum, ‘Batiscafo Katiuscas’ es una perla de pop romántico perfectamente compuesta, desde el uso del theremín hasta el imparable crescendo con el que acaba la canción, y del que destaca la voz de Pau Debon, más fuerte y contundente que nunca. T. Quim Coll
Portonovo – Las cosas lentas (En aquellos tiempos siempre era fiesta, 2004)
«Esta ciudad/ jamás nos enseñó a esperar, a ver sin más,/a ver igual/las cosas lentas y las demás,/ sólo a trazar/las líneas rectas que van al mar.» No es extraño que nuestra mirada al pasado se nutra de este tema, que supone la mirada más rotunda a los años que pasaron. El sexteto madrileño capitaneado por Reyes Garcia-Miró, que luego pasaría a formar parte de espiritusanto, y Carlos Yndurain, que formaría Los lagos de hinaut, creó en En aquellos tiempos siempre era fiesta, su álbum debut, un enjambre pop de guitarras acústicas, suaves sintetizadores y las ganas de escapar de la gran ciudad. T. Lucía Morales
Los Planetas – Que no sea Kang, por favor (Unidad de desplazamiento, 2000)
Los Planetas venían de publicar el disco que les hizo la banda más destacada del movimiento indie español, y que casi acabó con ellos. Es por eso que cuando uno habla de Unidad de desplazamiento (RCA, 2000) lo hace siempre un poco a la sombra de Una semana en el motor de un autobús (RCA, 1998). Aún así, yo pienso que Unidad de desplazamiento es un disco superior. La producción a cargo de Carlos Hernández es inmaculada, y la consistencia del disco, uno de sus puntos fuertes. Me parece un disco tan bueno que me ha sido dificilísimo escoger un solo tema. ‘Que no sea Kang, por favor’ nos muestra a un J vulnerable, que usa como metáfora los tebeos que leía de pequeño para expresar sus miedos y inquietudes al dejar una relación. T. Quim Coll
Nueva Vulcano – Esto no es París (Juego Entrópico, 2005)
Juego Entrópico (Bcore, 2005), aunque no sea el disco más reconocido del grupo, sigue siendo lo más destacado de la discografía de Nueva Vulcano. Los catalanes consiguieron confeccionar un disco profundo y dinámico, con la disonancia típica del hardcore y letras trabajadas, con sentido y sentimiento. El corte más destacado de este disco, aunque haya muchos, sería ‘Esto no es París’, una canción de construcción lenta que suena altamente personal. Llena de momentos geniales, es la parte final de la canción la que le da sentido a todo, con el grupo gritando una letra que nos llena de nostalgia y nos transporta directamente a los momentos de los que habla. Un auténtico clásico de la banda. T. Quim Coll
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