La vuelta a la rutina causa en nosotros el efecto contrario. Lejos de querer ver pasar las tardes de fin de semana sentados en el sofá, nos gusta buscar ese plan que va a convertir los últimos días cálidos del año en algo especial. Es el caso del proyecto PLANTA by Fundació Sorigué, situado en la cementera del mismo nombre y que, tras una estética desértica e industrial, esconde algunas de las obras de arte más exquisitas que jamás hayamos podido imaginar juntas en un espacio tan marciano. F: Imagen de Ramon Gabriel. Cortesía de PLANTA by Fundació Sorigué

Aquí uno entiende la confluencia de la familia Sorigué con la arquitectura, el paisaje, la ciencia y el conocimiento

El proyecto PLANTA, pues, articula la forma de entender de entender el retorno a través del arte de la familia Sorigué, es decir, su confluencia con la arquitectura, el paisaje, la ciencia y el conocimiento. Una acertada labor de mecenazgo y de retorno social, contribuyendo al desarrollo del territorio, a través de tres obras site specific, que vienen firmadas –ni más ni menos– por Bill Viola, Juan Muñoz y Anselm Kiefer.

Ocean Without a Shore, la obra de Bill Viola –gran referente del videoarte mundial– llegó hace escasos meses a la fundación, transformándose así en la primera instalación permanente del innovador proyecto de Sorigué. Compuesta por tres pantallas verticales en alta definición, la instalación representa una serie de encuentros en la intersección entre la vida y la muerte. Se creó para ser expuesta en la Iglesia de San Gallo durante la Bienal de Venecia de 2007, y desde esa fecha no ha vuelto a ser exhibida en Europa. Ahora tiene su lugar en la Fundació Sorigué, un edificio creado para el disfrute de esta masterpiece.

El proyecto PLANTA by Fundació Sorigué, situado en la cementera del mismo nombre, esconde obras de arte de Anselm Kiefer, Bill Viola y Juan Muñoz

La segunda de las instalaciones que podemos ver es Double Bind de Juan Muñoz. Puede que a alguien le suene el tinglado, ya que se creó en 2001 como un proyecto para ocupar la sala de Turbinas de la Tate Modern, que la Fundació Sorigué ha tomado prestado durante cinco años. Esta compleja obra reúne elementos característicos del trabajo del artista y establece un diálogo con el espacio, la perspectiva, la verticalidad, la ilusión, lo visible y lo invisible. La localización nos sitúa en un párking de aire industrial de 2.200m2 en los que perderse observando detalles que uno terminará conociendo gracias a la visita guiada.

El último edificio que uno debe visitar antes de abandonarse al paseo del espacio es el Kiefer Pavilion, el primer site specific de PLANTA. Ubicado a la entrada del complejo industrial La Plana del Corb, alberga tres pinturas de gran formato del artista alemán Anselm Kiefer. Una cúmulo de belleza que uno tiene pocas veces de observar con tanta amplitud y tan de cerca.

Por cierto, el proyecto PLANTA no está siempre abierto, así que es necesario que pidas hora antes a través del mail o el teléfono de su página web. Y luego… ¡A volar!