Por una mirada feminista en el mundo del cine
El mundo del cine, como en todos los ámbitos de la cultura, está profundamente marcado por la realidad patriarcal. La brecha, no sólo salarial sino visibilidad, es altamente significativa. Para poner un ejemplo, las compañeras de CIMA (Asociación de Mujeres Cineastas y de Medios Audiovisuales) elaboraron un informe en el que se muestra que en los 131 largometrajes que se presentaron en la 31ª edición de los Premios Goya trabajaron 2051 personas; siendo tan sólo 485 de ellas mujeres. Eso es un 24% frente al 76% masculino (si queréis leer el informe entero, está disponible aquí). Un porcentaje estremecedor que, por desgracia, muy poca advierte como un problema.
Agnès Varda en la última edición de la Berlinale, donde se despidió del cine por todo lo alto. © REUTERS
En Good2b recomendamos 14 directoras para celebrar con el mejor cine el Día Internacional de la Mujer, e intentar visibilizar de esa forma a la mujer en el mundo del cine
En Good2b sabemos que el cambio, liderado por y para las mujeres, está llegando. Más lentamente de lo que nos gustaría, sí, pero lo podemos notar. Es por eso que, en celebración del Día Internacional de la Mujer, hemos querido destacar estas 14 directoras llenas de talento; mujeres de todas partes del mundo que nos han hecho llorar, nos han hecho sentir, y nos han hecho soñar con sus historias. Talento femenino puro y duro que no os podéis perder. ¡Allá vamos!
Vamos a empezar con lo internacional, hablando de una de las directoras más importantes de la historia del cine. Agnès Varda es una de las pioneras del cine hecho por mujeres y el cine feminista. Varda fue uno de los máximos exponentes de la nouvelle vague, ofreciéndonos su peculiar mirada en cada una de sus películas, con un cambio notorio a través de los años fruto de la experiencia detrás de las cámaras. Su último trabajo, Varda par Agnès, es una retrospectiva completísima sobre su obra filmada por ella misma que presentó en la última edición de la Berlinale.
Kathryn Bigelow pasó muchos años a la sombra de James Cameron, con quién estuvo casada tres años. No fue hasta 2008 que, con la película The Hurt Locker, y compitiendo con el propio Cameron (nominado por Avatar), Bigelow se convirtió en la primera mujer de la historia en ganar un premio Oscar por Mejor Dirección. Su obra también se llevó el premio a la Mejor Película, y fue uno de los primeros golpes dados por una mujer en una Academia brutalmente masculinizada.
Lana y Lily Wachowski son las mentes creativas detrás de películas de ciencia ficción como la trilogía Matrix, la adaptación al cine de V for Vendetta o Speed Racer. Las dos son mujeres transgénero, y con el tiempo se han convertido en un estandarte para el colectivo trans en el cine de Hollywood. Su última incursión, la tristemente cancelada Sense8, fue una serie en clave de ciencia ficción en la que se veían reflejadas distintas sexualidades y distintos géneros, considerada para muchas un gran trabajo para el colectivo LGTBQi+.
El talento de Greta Gerwig delante de las cámaras era de sobras conocido; películas como Frances Ha o 20th Century Women lo demostraban. Es por eso que nos alegramos mucho cuando Gerwig publicó su debut dictatorial. Lady Bird fue en un fenómeno de masas y Gerwig recibió varias nominaciones en la mayoría de festivales de cine, incluyendo una nominación a Mejor Directora que la convertía en la quinta mujer en 90 años a optar a ese premio. Para 2019, su remake de Little Women llegará a nuestras pantallas.
Lynne Ramsay se convirtió en una de las directoras con más proyección de Inglaterra al llegar al público mainstream con We Need to Talk About Kevin, película que protagonizaban Tilda Swinton y Ezra Miller y que le valió una nominación para la Palma de Oro de Cannes. No fue hasta 2017 que, con la película You Were Never Really Here, ganó un premio en el prestigioso certamen francés, consolidando su promesa y llamando la atención para sus obras venideras.
Ava DuVernay tiene un handicap insultantemente injusto por ser mujer y afroamericana. Eso no le ha impedido convertirse en la primera mujer afroamericana en ganar el premio a mejor dirección en Sundance por Middle of Nowhere, la primera mujer afroamericana nominada por un Globo de Oro y a un Oscar a la mejor película por Selma, y la primera mujer afroamericana en dirigir una superproducción live-action por la película de Disney A Wrinkle in Time. Casi nada.
Dentro del cine LGTB encontramos a Celine Sciamma como una de sus directoras más destacadas. Su obra se centra principalmente en la fluidez del género y en la identidad sexual entre las chicas preadolescentes y adolescentes. Películas como Naissance des Pieuvres, su debut dictatorial que le valió una nominación a los prestigiosos César y, sobretodo, Tomboy, una rompedora película sobre la identidad de género, la han convertido en una de las directoras más destacadas de nuestro tiempo.
Desde Argentina tenemos a Lucrecia Martel, que con su primer largometraje, La Ciénaga, le concedieron el premio a Mejor Ópera Prima en el Festival de Berlín 2001. De esa forma se convirtió en una de las promesas con más proyección del cine argentino, consolidada con películas como La niña santa, La mujer sin cabeza o la reciente Zama, película que representó a Argentina en la 90ª edición de los Oscar.
Para acabar con las directoras internacionales tenemos a Claudia Llosa, peruana que llegó al gran público con Madeinusa, película que le valió varias nominaciones a festivales peruanos y españoles. Unos años más tarde, con a su película La Teta Asustada, ganó el prestigioso Oso de Oro en la Berlinale 2009. La película se centra en los temores de las mujeres que fueron violadas durante la violencia política que vivió Perú en las dos últimas décadas del siglo XX. Ahora, es conocida como una de las directoras más atrevidas del momento.
Empezando con el mejor talento femenino directorial que tenemos en nuestro país tenemos a Isabel Coixet. Es una de las directoras más prolíficas de nuestro país, con más de 12 películas realizadas en tres décadas alejándose muchísimo del estilo típico del cine español. Reconocida internacionalmente, películas como La vida secreta de las palabras están ya para siempre en el imaginario colectivo. Su última película, Elisa y Marcela, causó gran revuelo en la última edición de la Berlinale, aún siendo una de las mejores películas del año.
La catalana Carla Simón solo había estrenado algunos cortometrajes experimentales antes de dirigir su primera película. Estiu 1993 fue, sin lugar a dudas, una de las películas de 2017. Rodada íntegramente en catalán, la película gira entorno la vida de una niña pequeña que tiene que ir a vivir con sus tíos porqué acaba de perder a su madre por el sida. Es autobiográfica, narrando la experiencia literal que la directora vivió en su juventud, y le valió el premio a la Mejor Opera Prima y el Gran Premio del Jurado Internacional en la Berlinale de 2017.
Elena Trapé es una de las promesas del cine catalán. Su primera incursión en el cine de larga duración fue con La Ruïna, nominada a mejor película en los Premis Gaudí. En 2015, con el documental Palabras, mapas, secretos y otras cosas, retrato de Isabel Coixet, llamó la atención de críticos especializados, y con su película de 2018 Les Distàncies se ha confirmado lo que se intuía: el talento de Trapé detrás de las cámaras es indiscutible.
Para acabar, hablaremos de Elena Martín, que muchas conoceréis por su trabajo como actriz en Las amigas de Ágata, película de Laia Alabart. Su debut dictatorial, Julia Ist, es una película sobre una estudiante que, al hacer un erasmus a Berlín con 21 años, emprende a la vez un viaje para conocerse a si misma. Con su película, protagonizada por ella misma, la catalana apuesta por un cambio para que tanto ella como el resto de mujeres puedan seguir rompiendo con los roles establecidos.