Si tu dieta no entiende de carnes, lo mejor es que desvíes ya tu ruta por Good2b a hotspots del tipo Flax & Kale con un simple click de ratón. Si, por el contrario, hablar de la dieta argentina te sugiere manjares deliciosos y un paraíso gastronómico en la tierra, hemos dado con tu nuevo centro de peregrinación favorito en Barcelona: el Rincón Criollo. Se trata de un pequeño espacio situado en el Eixample, con una coquera entrada que disimula muy bien lo amplio que es su interior de dos alturas. Un lugar donde las maderas rústicas en tonos blancos y los útiles y aperos gauchos envuelven recetas que tienen la carne como ingrediente principal.

El plato fuerte del restaurante son las parrilladas cocinadas al estilo gaucho

Para conocer la esencia del Rincón Criollo hay que tirar de la herencia culinaria italo-argentina, que aquí se fusiona con la cocina de los gauchos -vaqueros conocidos por su condición de hábiles jinetes y por su vínculo con todo tipo de vacuno, con el que se ganaban la vida gracias a la carne y su piel-. Hay que tener en cuenta que estos personajes típicos de la Pampa (Argentina) han sido siempre unos maestros en el arte de preparar un buen asado y es precisamente en sus técnicas donde toman la inspiración los asados del restaurante. Si te dejas caer por el Rincón Criollo, lo que te recomendamos es que le des a las parrilladas que sirven, cocinadas de un modo muy homie y sin demasiadas pretensiones, aunque sobradas de sabor. El lugar utiliza los métodos gauchos y argentinos para conseguir el punto justo de caramelización de la carne, que se presenta en una plancha de pizarra mientras se cocina al punto que quieras.

Otros platos clásicos de la carta son las milanesas, las empanadas -hechas con un crujiente hojaldre e ingredientes que saben a gloria- o los choripanes. A la hora de los postres la elección es fácil como muchos podréis intuir: desde los clásicos alfajores hasta los pancakes con dulce de leche. Como no, se recomienda regar tal manjar con un vino argentino, para que la experiencia sea completa.

Comer o cenar en el Rincón Criollo es un guilty pleasure en toda regla, al que bien merece la pena sucumbir de vez en cuando y por el que pagarás a partir de 20 euros.