A priori, sabiendo de qué trata la puesta en escena de Salvaje Barcelona, podríamos levantar la ceja con cierta desconfianza. Un restaurante de alto copete con shows musicales el fin de semana tras el que se podría esconder el típico caso en el que el continente maquilla un contenido regulero. Desde luego Salvaje es la excepción que rompe la regla y que nos demuestra eso de que no se puede juzgar a un libro por su portada. La dirección gastronómica de Fermín Azkue es un maravilloso acierto que bien merece un día de peregrinación para los paladares ávidos de sabores japoneses únicos.

La dirección gastronómica de Fermín Azkue es un maravilloso acierto en forma de gastronomía japonesa

La segunda aventura del Grupo Salvaje en esta latitud (la primera fue en Madrid) nos sumerge en una especie de sabana tropical pasada por el filtro de dos colores predominantes: el oro y el blanco, que se mezclan con las maderas sin tratar. Este aire un tanto exótico seguramente debe su razón de ser al país de origen de Salvaje, Panamá, que también ha extendido sus tentáculos a Colombia.

El set up, con sus respectivos reservados a distintos niveles, es el envoltorio perfecto para una selección de platillos que funcionan a modo de universo propio que se podría definir como exquisito. ¿El secreto? Una materia prima muy buscada que da poco margen al error y una manipulación excelente que da como resultado platillos muy sabrosos y sorprendentes.

Del sushi bar, donde se manipula a la vista todo el pescado fresquísimo, salen bocados como el Blue Fin Tuna and Black Garlin Roll, relleno de berro tempurizado, acelga, topping de atún aleta azul y mantequilla de ajo negro; o el King Super Crab, una locura que ellos denominan como ‘súper dinamita’ y es normal: este roll relleno de cangrejo real, envuelto en soja y acompañado de mantequilla trufada es una auténtica locura para los sentidos. Sin olvidar el rey de la carta, el nigiri de carabinero para comer en dos fases: primero el cuerpo y después la cabeza para llegar al auténtico éxtasis.

La carta cuenta con bocados del sushi bar y otros platos elaborados en robata

Mientras sigues degustando la carta, verás que el espacio se llena sin cesar de locales y también de extranjeros que han escuchado hablar de las bondades del lugar: el éxito que ha conseguido Salvaje en pocos meses es bastante único para un local de sus características. La carta cuenta también con platos como unos espectaculares dumplings de setas trufados con hongos maitake; así como platos de robata como el infalible bacalao negro glaseado con ciruela japonesa y cama de acelga o un sencillo wagyu.

Aunque Salvaje cuenta con un menú de vinos abundantes, la carta está pensada para degustar con cócteles, para que el espíritu festivo se sienta desde el primer sorbo y hasta el último bocado, con postres como el Coco a las 3 leches o el Choco salvaje. Los fines de semana, además, cuenta con el Monkey Brunch, una visión muy propia y especial de este crossover entre desayuno y comida que tanto apetece los días festivos que cuesta 35€.

Comer o cenar en Salvaje Barcelona te costará a partir de 50€, espectáculo incluido el fin de semana. Tú decides si quieres participar en él o quedarte a resguardo en uno de sus reservados.