Los restaurantes de fusión son nuestra perdición. Bonito pareado pero una afirmación tan real como que el sol que nos da calor. Y es que no hay foodie que se precie que no disfrute de la mescolanza y variedad de este tipo de locales donde las culturas se dan la mano y los sabores se entremezclan hasta engatusar al menos crédulo. Sasha Boom es buen ejemplo de ello.

Localizado entre Cuatro Caminos y la Castellana, Sasha Boom es ese restaurante mestizo que revoluciona el barrio. Un proyecto salido de las mentes pensantes del Pink Monkey, que colaborando con el chef Luís de los Ríos plantea la pacífica convergencia entre la cocina asiática, la peruana y la mediterránea.

El restaurante vuelve a dejarnos al borde de la locura más gastronómica con este espacio de cocina mestiza y claros guiños de street food

Un restaurante que más allá de las mezclas entre Asia y América Latina también proponen y disponen un recetario propio de las islas griegas o el Líbano donde los contrastes entre picantes, cítricos, dulces y especiados se maridan en idóneo bocado y fresca propuesta que no decae.

Una clara apuesta donde nos convertimos en devotos (¿aún se puede más?) de platos como su bao de soft shell crab, nem tom vietnamita, pizzeta libanesa, mejillones nam jim, ceviche thai de salmón, dumplings de carabinero, gyozas de pollo, wok de noodles, sopa laksa, kimuchis, satay balinés o un kebab indonesio de materias primas de primera y mejor sabor. Platos que se completan con una variada carta de coctelería llevada de la mano de Andrea Núñez que ya sea con su Jurassic (en un huevo) o el Banzai (con bien de tequila) nos hacen preguntarnos si el resto están igual de buenos y tenemos que volver a pasarnos para seguir con el menú y el resto del bebercio. ¡Volveremos!