A priori, parece que esto de la comida de fusión ha quedado algo demodé. O, como mínimo, eso es lo que pensábamos hasta que nos hemos pasado por el KUO, japo al que nos acercamos tras oír verdaderas maravillas de sus gyozas ibéricas. Aunque a priori éramos algo reticentes a la conjunción de los ibéricos con el sushi -siempre hemos creído en eso del keep it simple-, lo cierto es que nos pareció una propuesta interesante. Su carta de gyozas ibéricas cuenta con cinco referencias que nacen de la unión de las inquietas cabezas pensantes de Nomo -fiabilísimo grupo al que pertenece KUO– y la charcutería Mas Gourmets que, tras años de adoración mutua, han decidido consolidar su relación uniendo las clásicas empanadillas japonesas con productos de la tierra. El resultado no sólo está disponible en el restaurante (4 unidades a 8,50 euros), sino también en Mas Gourmets (4,80 euros), una buena opción para cocinarlas en casa si se te ha caído la lagrimita de emoción al degustarlas con el toque secreto de Nao Haginoya, el sushi maker del lugar. 

Las gyozas ibéricas nacen de la unión de las inquietas cabezas pensantes de Nomo y la charcutería Mas Gourmets

Como sabemos que llegados a este punto la curiosidad habrá llegado hasta el paladar, revelaremos las combinaciones ganadoras que puedes encontrar en la carta. Las cinco referencias toman forma con la gyoza de castizo jamón de bellota con panko rallado y tomate, la de butifarra del perol con caldo ibérico, la de infalible sobrasada con queso parmesano –guilty pleasure hasta decir basta-, la de butifarra negra con crema de guisantes y la de ceps y mozzarella con ralladura de goloso foie. Hay para todos los gustos y, de hecho, comentan que dependiendo del restaurante al que te acerques el hit es uno u otro. Es decir: para gustos hay colores y parece ser que los barrios de la ciudad ayudan a determinarlos.

Aunque nos encantó la experiencia ibérica dentro del concepto nipón, sería un pecado capital irse del lugar sin probar el sushi. Es más, las empanadillas japonesas nos parecen el complemento ideal al plato estrella de la casa, el pescado crudo, que en la casa KUO siempre se ha caracterizado por la ausencia de artificios y la sobriedad. Algo en lo que estamos muy de acuerdo: ¿por qué queremos extras cuando el pescado que se sirve es de primera? Recomendamos con los ojos cerrados la bandeja especial KUO, una selección de temporada de sashimi, makis y nigiris, donde puedes encontrar piezas tan delirantes como el salmón salvaje o la vieira. Tampoco está de más hincar el diente a alguna de sus especialidades, como el Age Dashi Ankou (cazuela de rape frito con huevo poché y caldo dashi), el Unagui Yakimeshi (arroz frito con anguila del Delta del Ebro), el King Crab no Tempura de cangrejo real con verduras o el Carpaccio de Wagyu.

Escoger entre su surtido de postres es fácil: nos decidimos de cabeza por los mochis caseros -exacto, en KUO dominan el arte de estos laboriosos pasteles de arroz-, ya sea el de té verde, fresa, chocolate blanco u -ojo- chocolate con plátano. Comer o cenar en KUO te costará unos 30 euros, una buena inversión si eres fan de la comida japonesa.