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Ariana Díaz Celma

Este año ha costado más de lo habitual, pero ya la tenemos aquí. Sí, hablamos de la trufa, ese ingrediente que, si lo amas, tomarías hasta con el café con leche de las ocho de la mañana. Pues bien, toda esa legión de forofos de los aromas intensos y los sabores vigorosos tienen nuevo espacio favorito en el que morir extasiados de una gloriosa sobredosis de felicidad. A pesar de cierta pose clasicona del local, la carta del Tierra de Trufa, que así se llama el lugar, es hit en mayúsculas. Obviamente, ellos hablan de cocina tradicional francesa, que aderezan con productos artesanos con D.O. en el país vecino. Los creadores de tan simple pero brillante invento son dos gourmets incorregibles que responden al nombre Helen Thomas, cocinero francés por vocación y por tradición familiar, y Riccardo Ialacci, chef también con larga trayectoria.

Por paradójico que pueda sonar, este hongo subterráneo alegra cualquier comida, y convierte el producto más parco en auténtico manjar de dioses. En Tierra de Trufa lo tienen bastante claro, y es por ello que sugerimos empezar con su sabrosa carta de tapas, donde probar el bikini trufado, así como otras recetas de toda la vida con el ingrediente estrella de la casa: croquetas, tostadas… Aquí cualquier platillo adquiere el adjetivo sublime gracias a este hongo negruzco que alegra el más soso de los sabores. Obviamente, también hay entrantes como la ensalada Tierra de Trufa con huevo poché rebozado, las alcachofas confitadas con crema de foie y frutos secos o los petits farcis niçois (verduras rellenas de carne), que ayudan a neutralizar el penetrante sabor a la espera de los primeros. Entre estos, es imprescindible hincar el diente al canelón casero relleno de foie, champiñones y trufa negra o la patata fondant con trufa negra. Especial mención al hueso a la francesa, una rara avis de las cartas de la ciudad cuyo sabor bien merece la pena experimentar una vez en la vida.

Por paradójico que pueda sonar, este hongo subterráneo alegra cualquier comida, y convierte el producto más parco en auténtico manjar de dioses

Entre los principales, podemos degustar platos vraiment français como el siempre apetecible steak tartar cortado a cuchillo con patatas fritas caseras, la ternera blanca de Limousin o el cordero lechal de Sisteron -popular por la delicadeza de su carne- acompañado de patatas y tomate provenzal. No obstante, la verdadera sorpresa se sirve en la mesa al final de este manjar. La carta postres, facturados por Lorena Toll Morales -formada en la escuela Hofmann-, cuenta virguerías como el curioso arroz con leche con toffeé de trufa o el Tierra de Trufa, un postre que no solo da nombre al restaurante que representa, sino que también se sitúa en la cabecera de la vanguardia pastelera, o eso nos pareció en Good2b. No faltan dulces con DNI francés como el éclair de chocolate, la tatin con nata o el famoso café gourmand (café acompañado de 2 o 3 minipostres), siempre con un toque moderno.

Este delirio de sabores costará entre 30 y 40€, dependiendo del caldo con el que uno decida regarlo.

Detalles




  • Dirección: C/Casanova, 193
  • Horario: L 09:00-17:00 ı M-S 9:00-2:00 ı D 12:00-16:00
  • Teléfono: (+34) 93 763 64 09
  • Tipo: Restaurante
  • Web: http://tierradetrufa.com/