Cuando pensábamos que ya conocíamos todos los hotspots de un barrio de la ciudad, llega un local que, ya sea nuevo o porque había pasado desapercibido, nos sorprende. Esto es lo que nos ha pasado con Trópico, en pleno Raval.

La carta abarca desde el desayuno hasta los cocktails, pasando por brunch, almuerzo y cena

Un pequeño pero acogedor restaurante que cuenta con una carta muy completa, dividida en entrantes y platos para picar, ensaladas y platos principales. Además, también tienen menú del día con dos primeros, dos segundos y varios postres a elegir a un precio más que asequible.

No deberías irte de Trópico sin probar sus gyozas de pollo y verduras, la mini Burger de carne ecológica, mozzarella, mezclum, tomate, cebolla crispy y alioli, el tartar criollo o la berenjena a la Saipou. Sólo de recordar estos platos… ¡se nos hace la boca agua! Si eres más de desayuno o brunch no te preocupes porque también son expertos.

Por si todo esto fuera poco, cuando el sol abandona Barcelona y las luces de la calle hacen acto de presencia, Trópico se transforma en un cocktail-bar donde degustar increíbles combinados.

La decoración del local es otro de los puntos a destacar. En cuanto entramos en el salón principal nos llama poderosamente la atención el inmenso mapamundi esculpido en una de las paredes. Los cuadros, los objetos vintage distribuidos por la sala y los enormes ventanales que dejan pasar los tímidos rayos de sol, hacen el resto.

Sin duda, Trópico se ha convertido en nuestro nuevo oasis de tranquilidad favorita de Barcelona aunque, si eres de difícil desconexión no te preocupes porque ¡tienen wifi!