Melissa y Natalia se conocieron a través de un amigo de Facebook. En seguida surgió la chispa, que poco tiempo después se traduciría en el nacimiento de Valmas, un restaurante que funciona sin carta ni menú. Chef autodidacta andaluza la primera, y diseñadora de moda polaca algo desencantada convertida en jefa de sala la segunda, ambas tienen claro que lo más importante es servir el mejor producto y que comer bien «no tiene que costar 300€». Con unas premisas tan claras y concisas, Melisa acude a diario al Mercat del Ninot, su espacio favorito para hacerse con ingredientes frescos para elaborar los platos del día. Todos y cada uno de ellos cuestan 10,90€, un precio democrático para una carta que Natalia canta cada día a una clientela ya fiel. F: Todas las imágenes por cortesía de Valmas

En Valmas se practica el arte de la cocina de mercado en el sentido más riguroso de la palabra. Tras comprar los ingredientes en el mercado, Melisa improvisa platillos de autor pensados para compartir. El entorno no puede ser más agradable: un disimulado bajo situado allá donde la calle Mallorca y el bullicioso Paseo de Gracia se encuentran. Un lugar inexplicablemente tranquilo, acogedor y desenfadado, que sirve como escenario ideal para el invento gastronómico que este tándem ha consolidado con nota en el centro de la ciudad.

En Valmas tienen claro que lo más importante es servir el mejor producto y que comer bien no tiene que costar 300€

Como hemos dicho, los platos cambian a diario. No obstante, podrás hacerte una idea de la cocina que se factura si te contamos que, en nuestra visita, probamos platos como el salmón marinado en cava con nabo daikon osmotizado; un sabroso meloso de cebada perla con mini calabacines con cilantro y cebolleta, con cacahuete y salsa indonesia; un desenfadado gazpachuelo malagueño, pak choi, sal de limón y cap roig; o el sorprendente conejo crujiente con crema de maíz, mazorca y un pesto de pistacho y hierbas. Si bien es cierto que los postres puede que no alcancen el nivel de excelencia de sus platillos improvisados, también lo es que podemos probar curiosidades como la tarta típica de Polonia con helado de pistacho, que en esta ocasión prepara Natalia, más ávida en la gastronomía del país centroeuropeo.

Valmas es un lugar único en su especie, de esos que hacen creer en los proyectos singulares y con alma. Un espacio donde es el mercado el que decide qué producto se va a servir en la mesa, y no el propio chef. Comer o cenar en Valmas costará a partir de 25/30€, dependiendo de los platos que se decida compartir, así como la referencia con la que se maride.