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Ariana Díaz Celma

El pollo frito, también conocido como pollo broaster, es ese simple e irremediablemente sabroso plato compuesto por trozos de carne tierna, enharinados o rebozados, que a posteriori pasan por el burbujeante aceite de la freidora. Un manjar de dioses –pobres pero con buen paladar– que por fin ha ganado el lugar que merecía en nuestra gastronomía cotidiana. La última buena noticia que nos ha dado esta receta viene de la mano de Van Van Market, que se ha lanzado al delivery puro y duro con este icono mundial del street food. F: Todas las imágenes cortesía de Van Van Market

Así pues, tras un año sobre las ruedas de su food truck, que la pandemia ha obligado a aparcar temporalmente, Van Van Chicken tiene una nueva misión en su cometido gourmet de la ciudad: repartir felicidad a domicilio en forma de pollo frito de calidad en diferentes formatos. Para ello, cuenta con tres recetas tan sencillas como infalibles: el fried chicken & fries, que vendría a ser el formato clásico con patatas y un par de salsas a elegir –y que también puedes pedir en formato XXL pensado para compartir–; la fried chicken burger, que añade queso fundido, cebolla marinada en limón, brotes verdes, tomate y salsa Van Van al pollo frito entre tiernos panes; y el fried chicken wrap, en el que el ingrediente estrella viene untado en guacamole, tomate, cebolla marinada con limón, brotes verdes y un toque de miel y mostaza.

© Van Van Market

Van Van Chicken Bar tiene una nueva misión en su cometido gourmet de la ciudad: repartir felicidad a domicilio en forma de pollo frito

La materia prima, como es de esperar, es de proximidad y se marina durante 24 horas en buttetmilk y especias para conseguir una jugosidad insólita, que se reboza para conseguir ese crunch que a todos nos viene a la cabeza cuando escuchamos las palabras pollo frito. La carta, además, se complementa con una propuesta de salsas caseras pensadas para dipear: miel&mostaza, barbacoa, curry ketchup, salsa tártara y mayo chipotle.

Esta escueta pero acertada carta viene con acompañantes que no solo se quedan en las siempre efectivas patatas fritas, sino que se expanden a la ensalada de col o la mazorca de maíz cocinada con mantequilla y tajín. Los resacosos, además, agradecerán la última de las incorporaciones: las pimp my fries, unas patatas fritas que vienen mezcladas con trozos de fried chicken, cheddar fundido y trocitos de bacon. El contrapunto dulce lo pone Paral·lelo, un valor seguro en materia de helados en la Ciudad Condal.

© Van Van Market

Pop up en Van Van Var

Aquellos que quieran aprovechar la reapertura de los bares y restaurantes para probar este pollo frito sin precedentes, pueden hacerlo durante todo el mes de diciembre en Van Van Var. El primer pop up gastronómico de Barcelona ofrece esta delicatessen crujiente a la par de tierna por tiempo limitado.

Los que prefieran el delivery, que parece ser que ha llegado para quedarse, pueden hacerlo a través de su web, que certifica el reparto a tu casa a través de la siempre fiable empresa Stuart.

© Van Van Market