Vogue Italia elimina las sesiones de fotos en su número de enero a favor de la sostenibilidad
Vogue Italia se suma a las iniciativas medioambientales para posicionarse en contra del cambio climático y llamar la atención sobre la situación de emergencia climática en la que estamos sumidos. Lo hace a través de la portada de su número de enero, o más bien las portadas: ha encargado ocho a diferentes ilustradores para arrojar luz sobre el coste ecológico de las sesiones de fotos para portadas de revistas como la prestigiosa Vogue. F: Vogue Italia
Vogue Italia elimina las sesiones de fotos en su número de enero, protagonizado por ocho portadas ilustradas distintas, un método mucho más sostenible
En el editorial del director de la revista Emanuele Farneti podemos encontrar una lista de los recursos que la portada del número de septiembre de 2019, la edición más importante del año, consumió. 150 personas, 20 vuelos, aproximadamente una docena de trenes, 40 coches en standby, 60 envíos internacionales, luces encendidas durante un mínimo de 10 horas y alimentadas por generadores que funcionan con gasolina, servicio de catering, plástico, electricidad para recargar cámaras y teléfonos… Eso es todo lo que no se ve detrás de una sesión de fotos para la portada de una revista de la talla de Vogue.
Es por eso que el número de enero de Vogue Italia irá protagonizado por ocho ilustraciones de distintos artistas que con su propio estilo interpretaran a modelos reales vistiendo Gucci, con el mensaje de que no ha habido ningún tipo de sesión de fotos para la realización del número. Han participado en la portadas artistas como Cassi Namoda, Paolo Ventura, Yoshitaka Amano, Vanessa Beecfroft o Milo Manara, ilustrando a modelos como Ambar Cristal Zarzuela, Felice Nove Noordhoff o Lindsey Wixson.
Farneti contó al New York Times que la forma más honesta de encarar un problema es admitirlo. El cambio de portadas del número de enero (el único del año en el que se espera realizar este gesto) es la manera que tiene Vogue Italia de reconocer que forma parte de un negocio que está lejos de ser sostenible. El gesto forma parte de una misión global realizada por Farneti y los otros 25 editores internacionales de Vogue, un compromiso compartido para preservar nuestro planeta para las futuras generaciones. En quioscos a partir del 7 de enero.