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Las tomas aéreas suelen ser, por excelencia, algo bello e hipnótico. En el caso de Zack Seckler, son cuanto menos impactantes, absorbentes e incluso para dejarte sin aliento.

La magia está en que son recuadros de naturaleza salvaje recortados con delicadeza por la cámara

El fotógrafo neoyorkino crea imágenes con un estilo muy a caballo entre hiperrealismo y arte digital, combinando técnicas y elementos en collages imperceptibles que generan una sensación de realidad extraña aunque totalmente creíble. Por lo que respecta a sus series aéreas, reflejan una línea mucho más abstracta, colorista y minimalista que otras de sus imágenes.

 

Seckler ha volado sobre Botswana, Islandia y Sudáfrica retratando la naturaleza de estos parajes de manera increíble y reflejando una paleta de colores y patrones identitaria para cada país. Cada imagen parece creada a propósito colocando unos pocos elementos con mucho cuidado sobre un fondo homogéneo y apaciguante y simula la imposibilidad de un plano macro tomado desde las alturas. La magia está en que simplemente son recuadros de naturaleza salvaje sobre terrenos prácticamente vírgenes, habitados e intervenidos únicamente por sus huéspedes animales, quienes posan creando patrones para la cámara, y recortados con delicadeza por la cámara de Seckler.

Tan es así, que parece mentira que el mundo sea tan bonito, después de todo, estas son imágenes que distan mucho de nuestra realidad más cotidiana y de la concepción que podemos tener de países como los que Seckler ha recortado desde el aire. Para la serie sudafricana, recorrió más de 3.000km en una avioneta de dos plazas durante una semana en búsqueda de huellas, sombras y animales que le hicieran de elementos compositivos, desde alturas entre los 15m y los 150m.

Algunas de las imágenes más bonitas de este proyecto son el resultado del puro azar y la persistencia que hicieron que Seckler estuviera en el lugar y momentos adecuados, como es la de la tortuga que descansa inadvertida sobre el azul del mar. Esta línea entre la realidad y la abstracción hacen de sus trabajos algo verdaderamente fascinante.