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Bru Romero

Si hay algo de lo que no podemos quejarnos en Madrid, es del interés que sigue despertando para esxs empresarixs que buscan el mejor lugar para abrir sus restaurantes. Un centro neurálgico para esas gastronomías del mundo que se pirran por nuestros huesos castizos, y que nosotrxs disfrutamos probando como en Zuma, un asiático de lo más postinero. F: Cortesía de Zuma

Tras su éxito en Nueva York, Londres, Hong Kong, Las Vegas y Dubái, Madrid recibe con alegría (como a los americanos en los 50) a uno de los japoneses de los que más se habla allende los mares. Un asiático moderno y resultón que nos ofrece una experiencia culinaria imbatible, pues lo suyo es hacer alta cocina. Una propuesta exótica con la que descubrimos cómo el chef Javier Blanco está a la altura del creador del concepto Zuma, Rainer Becker, haciendo posible que transgresión y clasicismo se equilibren en cada uno de los platos de su carta.

La cocina nipona se descubre en Zuma como una cocina viajera, exótica y de lo más osada. ¿Te lo vas a perder?

De ahí, que el concepto de taberna japonesa o izakaya se modernice con este local donde los cuatro elementos de la naturaleza están muy presentes y los azulejos de cerámica se fusionan con el minimalismo nipón, que tanto les sirve para entrarnos por los ojos. Un Zuma atrevido que nos da idea de que no es un japo al uso, sino uno de esos que nos guardamos en la manga para echar el mejor órdago cuando toque.

¿Y qué se come? Pues verdaderas fantasías gastronómicas como sus selecciones de nigiri o sashimi, su caviar con brioche de miso y wasabi fresco, los maki rolls de atún picante o pez limón con aguacate, la sopa miso con tofu, sus alitas de pollo con sake y lima, la lubina con vinagreta de yuzu y trufa, su tataki de wagyu con trufa y cebolleta, las espinacas al vapor con salsa de sésamo, sus gambas en tempura con mayonesa cítrica o el bacalao negro en tempura con chile y jengibre, la seta a la robata con mantequilla de ajo o su solomillo de ternera picante con sésamo, la merluza patagónica con chile y jengibre o el bogavante asado con mantequilla de shiso como auténticas especialidades de la casa.

¿Has guardado sitio para el postre? Pídete su ya famoso Especial de Chocolate y empápalo con un buen cóctel de autor a la japonesa. Asia nunca nos supo mejor.

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