Donde se cierra una puerta, en Madrid, siempre se abre una ventana. Y si no que se lo digan al hueco que dejaba que Café Saigón hace unos meses y del que ahora toma el relevo Pomerania, lo último del grupo RanTanPlan. ¿Te vienes? No te arrepentirás.

Tras Teckel, Chow Chow y Pointer, Pomerania llega a la familia de estos jóvenes empresarios con la intención de servir una cocina sofisticada, con claras metas de alta cocina y formato fusión. Materias primas que van de lo mediterráneo a lo peruano pasando por lo nórdico y sin encallar en ningún momento.

Precios razonables y un producto que hace la boca agua, los éxitos de este nuevo espacio gastro en el barrio de Salamanca

Una gastronomía planteada y ejecutada por el chef Gonzalo Menéndez que irrumpe con fuerza en este local a dos plantas diseñado por María Villalón y estudio que apuesta por un minimalismo elegante y virtuoso.

Un local con guiños emplatados de los otros restaurantes del grupo y que a especialidades como los langostinos tigre en tempura de Chow Chow o la lubina a la sal de Pointer añade otros como el tiradito de vieiras y apionabo; las croquetas de guiso de carrillera y curry con salsa raita; flamenquines de calabaza, pollo y fiambre de pavo y queso; zamburiñas a la brasa con salsa de chiles coreanos; taco de cochinillo balinés con manzana verde encurtida; merluza confitada en salsa verde; solomillo not Wellington; ceviche de mero a la brasa o la torrija, su dulce estrella.

Unos fogones lo suficientemente creativos para que no pensemos en la sobremesa que hemos comido como siempre sino que lo hemos hecho en un restaurante de esos por los que nos volveremos a dejar caer y que recomendaremos a no más tardar. Un punto de encuentro con mucho ambiente, música en vivo y muchas ganas de no ser uno más en el barrio.