Los años de pasión culinario y amor por la cocina han hecho que no aceptemos cualquier cosa. Nos gusta comer bien, nos encanta hacerlo en las mejores manos y, en muchas ocasiones, el marco que todo lo que rodea acompaña y está al nivel de la puesta en escena foodie. Pero queremos más. En nuestra búsqueda de nuevas experiencias, nos topamos con El Olivar de Castillejo, un pequeño oasis en pleno Madrid, para todos aquellos que pretendan olvidarse reconciliarse con ellos mismos, dar gusto a su compañía y olvidar por un momento que aún sus vacaciones tendrán que esperar un par de semanas. Merece la pena.

Si lo tuyo es cenar al aire libre, hacerlo sanamente y disfrutar tanto del buen comer como de un espectáculo que complete la velada, El Olivar de Castillejo es tu apuesta más acertada

Localizado en una zona poco explorada del barrio de Chamartín, un particular vergel de flora mediterránea, la Fundación Olivar de Castillejo nos descubre su particular olivar. Un complejo que apuesta por la sostenibilidad y la protección al medio ambiente, particular centro de iniciativas culturales (conciertos principalmente) y en el que hasta el 15 de septiembre también podrás cenar. Un planazo que nos envuelve en un buenrollismo pocas veces tan bien desarrollado, permitiendo exprimir al máximo un verano en la ciudad sin darse cuenta que seguimos en suelo urbanita.

El restaurante Malquerida y Estrella Damm se ponen, en esta ocasión, al servicio de un Olivar de Castillejo que nos vuelve a refrescar con una propuesta absolutamente mediterránea al son de los espectáculos de música clásica, jazz o canción ligera de su muy buena programación estival. Un espacio en el que degustar ricos platos como la burrata de búfala con carpaccio de calabacín cherry y trufa de verano, lomos de sardina ahumada con guacamole y salmorejo, tacos de cochinita pibil con guacamango, empanadillas japonesas al vapor de ibérico y donde sentir que la sobremesa cobra otro significado, mientras la noche madrileña se encarga de poner su magia.