No te debería caber ninguna duda de que si eres de buen comer el País Vasco es tu objetivo a alcanzar. Un provincia donde dejarnos llevar por los sabores más naturales, las recetas más tradicionales y los tiempos de preparación que cuidan al máximo las materias primas. Tres puntos sobre los que descansa Behia, la nueva apertura gastronómica en Madrid, donde el producto vasco es el principio y el fin.

Localizado en pleno barrio de Chamartín y con la vaca (en euskera, behia) de la raza Limusin (criadas en Toledo) como gastronómico estandarte, recibimos con alegría este restaurante bonito y elegante regentado por el chef Juan Carlos Delle Vedove (alumno de Berasategui, entre otros). Un local de dos ambientes donde la carta se adapta la temporada y que no pierde comba de las últimas tendencias culinarias de la capital.

Si quieres apuntarte el tanto, no lo dudes y elige Behia como tu restaurante de referencia. Su terraza abierta durante todo el año tiene parte de culpa. De su carne de ternera, novillo, buey… ya ni hablamos, mejor masticarla.

Un lugar donde la esencia más cosmopolita se funde con el buen hacer y el buen yantar a la vasca que no descuida ni un solo detalle en su servicio al cliente, a unos fieles que vuelven por inercia foodie. ¿El motivo? Sus croquetas caseras (de txangurro, carne asada y cecina de buey); tartar de atún rojo con patatas sufladas; buñuelos de bacalao con ali oli de ajo negro; alcachofas confitadas con virutas de foie; ensaladilla de buey de mar, huevas de trucha y tomate deshidratado; arroz negro de calamar con ali oli terminado en horno de leña; rabo de toro cocido de manera tradicional; merluza de Burela en salsa verde con almeja fina o rape entero a la parrilla con ajo y guindilla que no hacen otra cosa que redondear la experiencia de catar una de esas maravillosas carnes de calidad y grado óptimo de filtración, reconocida por su engrasamiento natural y madurados con el tiempo necesario. ¿Necesitas más para convencerte? A masticar y nada más.