Hemos oído por activa y por pasiva que lo retro está de moda, que lo vintage mola mogollón pero es que hay cosas que no son ni retro ni vintage, simplemente siguen siendo como siempre, han aguantado el pasar de las tiempos y, para nuestro gustazo, siguen siendo planazo asegurado. El restaurante Badila es uno de esos sitios y la experiencia gastronómica… pues de lo más disfrutona.

Ponemos rumbo a Lavapiés para pegarle un buen bocado a la taberna Badila, coordenadas de los amantes de la cocina de nuestras abuelas pero con una vuelta lo suficientemente moderna como para que nos quedemos prendados de una propuesta de lo más interesante. Un local regentado por Miguel que apuesta por una casa de comidas de productos de kilómetro 0 o proximidad según lo que le ofrezcan en el día.

Raciones generosas, recetas de lo más especiales y un precio bien ajustado son los puntos fuertes de un Badila por el que ya ha pasado medio Madrid

Un negocio donde la frescura de las materias primas, así como el buen hacer entre fogones no hace subir la minuta sino asegurarnos que al llegar a la sobremesa, lo haremos absolutamente complacidos.

Una carta que se renueva cada temporada o a cada momento en el que Miguel encuentra un producto estrella y en el que su interés por experimentar con recetas clásicas no solo nos regalan uno de los menús del día más espectaculares de Madrid sino una serie de platos que se han convertido por mérito propio en especialidades de la casa. ¿De cuáles te hablamos? No te olvides de pedir la brandada de bacalao, los chipirones en su tinta con puré de boniato, el estofado de ciervo, el salteado de espárragos con carabinero y crema de lechuga, los escalopines al cabrales o el redondo de ternera a la austriaca. ¿De postre? ¡Madre mía! Hazte con la tarta de chocolate o la cuajada de queso, sin duda, una de las cosas más deliciosas que te hayas podido llevar a la boca.