Hay japoneses malos, buenos y reguleros; y luego los hay salvajes. La cocina asiática no solo está para degustarla y disfrutarla, también para vivirla y sentirla. Si pensabas que poco te faltaba ya por ver, en cuanto a cocina nipona se refiere, deberías dejarte de tonterías, de tradicionalismos y de superficialidades y adentrarte en los misterios de Salvaje. ¿Te vienes? F: Cortesía de Salvaje

En pleno Velázquez y apostando por un negocio que, por dimensiones y disposición, nos puede resultar de lo más neoyorquino, Salvaje no se deja dominar por cualquier tendencia y se presenta como todo un imprescindible en el barrio. Un restaurante de lo más moderno donde el recetario tradicional es ejecutado con técnicas de medio mundo y, para prueba, sus sabores.

Aunar en un mismo lugar buena comida y las primeras copas de la noche permite que Salvaje se posicione como uno de los place to be definitivos de la madrugada madrileña más festiva

Un Salvaje que ya triunfó en sus sucursales de Bogotá y Panamá, y que llega a España para revolucionar los planes gastro de los más fieles amantes de las experiencias gastronómicas más top. Experiencias que, gracias al buen hacer del chef Fermín Azkue, se sirven del producto local para tratarlo al más puro rock ‘n’ roll japonés. Un rollazo que se vislumbra en una carta de lo más creativa y que nos hace rozar el éxtasis con el paladar.

Pero, ¿y qué se come en Salvaje? Sushi a granel y gyozas de wagyu, dumplings de langosta, finas láminas de pulpo con polvo de miso, edamames glaseados en salsa sakura, hongos Maitake con demi glace de res, repollo morado encurtido con coles y short rib, tiradito de kampachi, noodles salteados al wok con hongos y erizo, arroz frito trufado con pato asado, sopa miso con tofu tostado y cebollín, langostinos tempurizados con wasabi y kale frito, salmón a la robata con aderezo de soya y acelga, carabineros al carbón con salsa holandesa de yuzu, asado de tira ahumado durante 12 horas, tomahawk a la robata, entraña con papas trufadas y aderezo picante, cordero glaseado con salsa teriyaki o un simple pero potente aguacate al grill con láminas de trufa con aderezo ponzu. ¿Nos hacemos con algo dulce? Pues, sin dudarlo, pídete la banana envuelta en masa filo crocante con crema chantilli y salsa de chocolate caliente o el bizcocho de té verde con crema de fresa y microshizo.

¿Te has relamido pero quieres que te sorprendan? Salvaje propone y dispone de una experiencia Omakase en la que hasta 14 comensales podrán disfrutar de un chef particular que no solo les irá haciendo todos los platos al instante, sino que les irá explicando cada una de las técnicas, materias primas y ejecuciones durante toda la velada. Una oportunidad de abrazar un plan diferente, sintiéndote de lo más exclusivo, y finalizarlo con cualquiera de los cócteles de autor, mezclas de lo más brutal, para compartir con amigos y no olvidar jamás.