Desde que los pokes llegaron a España fueron muchos los que se rindieron a sus encantos. Y es que a esta especialidad importada, sin filtros, desde la paradisíaca Hawái pero tocada por el buen hacer de la cultura californiana ha sido muy complicado resistirse. ¿Su secreto? Lo sanos y fresquitos que son y que siempre tienes ganas de uno. Creaciones de autor que en formato vaso llegan al barrio de Salamanca, en Madrid, para que ya sea en su local o para llevar a casa no te quedes sin el capricho de pegarte un homenaje de lo más healthy. ¿Vamos a Pokelolo? Venga. F: Todas las imágenes cortesía de Pokelolo

Pokelolo dispone de servicio de take-away y delivery para que no te tengas ni que quitar las pantuflas

Seguramente ya habías oído hablar de ellos o, quizá, eres un constante fanático; pero lo que es cierto es que una vez probados siempre quieres más. No sabemos qué tienen estas pequeñas creaciones, aparte de ser todo un chute de pura energía, proteínas, hidratos y todo eso que te pide tu dietista de confianza y que hace a los pokes tan necesarios una vez que los has probado. ¿Será que son adictivos? Yes, Sir.

La culpa la tiene el chef Byron Hogan, un cocinero curtido en las cocinas de la diplomacia americana que se ha encargado de diseñar la carta de este Pokelolo que está causando sensación. Un plato de pescadores, en su origen, que hoy seguimos degustando con más de una vuelta de tuerca pero con la seguridad absoluta de lo que estamos comiendo.

Pokes que cuentan con una materia prima de una calidad impecable y donde la mezcla entre la proteína fría y los hidratos templados, colocados en forma diagonal, hacen su magia. Opciones como la de su Atún Madness con atún rojo y jalapeños encurtidos, su Pollo Chicharock con salsa hoisin y guacamole, su Salmón Boom con salsa cremosa de siracha y shichimi y lombarda encurtida, su Tropical Pork con cerdo cocinado sous-vide y salsa de chutney de mango agridulce o su Veggie Mood con tofu flambeado y marinado en salsa BBQ coreana que provocan que sean muchos los que, llegado el momento de la verdad, no sepan por cuál decantarse. ¿De verdad nos lo tienen que poner tan complicado? Nos daremos a la vida poke, ¡qué suplicio!