Hace ya más de una década que en Alella el apellido Jordana es sinónimo de savoir faire vinícola, pero también de todo lo que a producto se refiere. Pues bien, ahora la bodega que acuña este apellido en la pequeña localidad abre en el centro de Barcelona bajo el nombre Celler Jordana para ofrecer los mejores vinos con D.O. de Alella, pero también de otras poblaciones, y acompañarlos con recetas sencillas y sabrosas que no tienen mayor secreto que la excelencia de su producto sin apenas manipulación. Lxs que queden satisfechxs con lo que se les sirva en la mesa –y en la copa–, podrán además llevárselo a casa. F: Cortesía de Celler Jordana

Poco conforme con saciar apetitos refinados en Alella, ahora Manel Pujol ocupa el 88 de la calle Floridablanca con cocina de ensamblaje y vinos con carácter

Manel Pujol es el culpable de que de un tiempo para aquí en el Eixample se coma y beba mejor. Poco conforme con saciar apetitos refinados en Alella, ahora ocupa el 88 de la calle Floridablanca con cocina de ensamblaje y vinos con carácter. El secreto reside en el producto gourmet, a sabiendas de que nada puede ir mal si se acompaña un buen vino de un Joselito 5 Jotas o de un Maldonado, así como de conservas premium o una tabla de quesos exquisitamente afinados.

En el Celler Jordana también se pueden probar otras delicias como las ostras Poget Fine de Claire nº3; un exquisito tartar de alcachofa con anchoas del Cantábrico; una magnífica coca de salmón, yogur griego y miel; unas curiosísimas lentejas trufadas con foie; o una maravillosa coca de queso Comté 24 meses, ceps y panceta Maldonado. Especial mención merece también su bikini trufado de mortadela o sus postres estrella: los buñuelos de chocolate y los carquinyolis. Si se lo pides, Pujol maridará cada uno de los platillos con el vino que mejor le caiga.

En Alella, Pujol ya sabía lo que hacía: cogió una de las tiendas de vinos a granel más antiguas del pueblo y la convirtió en una bodega adaptada a los tiempos que corren. Ahora cuenta con hasta 115 referencias nacionales e internacionales (ojo que en su local primigenio ha llegado a albergar hasta 550), con un guiño especial a los de D.O. de Alella y en su mayoría naturales, por algo este local ha nacido con la intención de mantener la esencia de su hermano mayor.

Así pues, es habitual encontrar referencias de Alella Vinícola, Alta Alella, Can Matons, Raventós d’Alella, Bouquet d’Alella o Testuán, por nombrar algunas. Todas ellas se pueden probar en el Celler a precio de tienda con descorche incluido, o comprar para llevar a casa si se prefiere.

Comer o cenar en el Celler Jordana te costará alrededor de 35€. La parte didáctica, una masterclass impartida por Pujol o cualquiera de sus secuaces a la hora de recomendar vinos y maridajes, es gratis. Un lugar ganador del que se saldrá un poco más sabix y contentx.