Si hay algo que los restaurantes de siempre nos regalan constantemente son esos sabores tradicionales que nos hacen recordar tiempos felices. Algo demasiado poético para resistirnos a ello, que provoca que no podamos por más que caer rendidos a sus platos, aplaudir sus materias primas y claudicar ante una puesta en escena que ni en los mejores teatros. Esa es la sensación que nos recorre el cuerpo cuando vamos a Casa Jorge y disfrutamos de su buen hacer en la cocina. F: Cortesía de Casa Jorge

Si eres de tradiciones y no te pierdes una calçotada, en Casa Jorge podrás ponerte el babero, untar bien de romesco y hasta beber cava del porrón

Situado en el popular barrio de Prosperidad, en Madrid, y apostando por la cocina catalana como hilo conductor de una propuesta impecable, su propietario Jorge da nombre a un negocio que sabe lo que verdaderamente nos importa. Un restaurante donde ya al sentarnos en nuestra mesa se da unx cuenta de que ha elegido bien, porque el simple olor que nos llega desde la cocina abre el apetito (y nos alimenta).

Uno de los pocos restaurantes en Madrid donde los catalanes de nacimiento pueden sacar pecho de la cocina de su autonomía, pues si es conocido Casa Jorge es por platos como su butifarra con mongetes, caracoles ‘a la llauna’, escudella o un pollo ‘all i oli’ que merece una calle.

Una primera parada en las especialidades de esta casa, que también ofrece opciones como sus setas empanadas, yemas de espárragos, chanquetes con huevo, exqueixada de bacalao, alcachofas con txangurro, arroz a banda o fideuá, manitas de cerdo rellenas de caracoles, canelones a la catalana, fideos con almejas, cazuela de pescado o unos chipirones encebollados en salsa, que vuelven locx con tan solo mirarlos.

¿Postre? El sorbete de lima al cava o la crema catalana pueden ser una buena opción para disfrutar de una sobremesa de esas que se alargan hasta que el camarero nos invite a irnos a casa. ¡Buen provecho!