By
Julia Pont

Volver a la rutina después del verano nunca es sencillo. Por eso, hay que buscar la manera de que la vuelta al cole se haga lo más llevadera posible, y desde Good2b lo haremos descubriendo esos rincones gastronómicos de nuestra ciudad que aún tienen la capacidad de sorprendernos. Un rooftop con piscina y cócteles que saben a vacaciones eternas, un café perfecto para empezar la mañana con buen pie y un restaurante que se atreve a darle un giro inesperado a la tradición. Tú eliges cuál de estas opciones se cuela en tu agenda. Foto portada: The Social Hub, SíSí

1- Un bocado desde las alturas: SíSí rooftop

El nuevo rooftop que se suma a la escena barcelonesa está en Poblenou, y no es uno más. SíSí abre el 17 de septiembre en lo alto del hotel The Social Hub con piscina, tumbonas y esas vistas que piden tarde larga y copa en mano. Tras triunfar en Glasgow, llega aquí con su concepto Mexicana: tradición mexicana pasada por el filtro de lo contemporáneo, con guiños a América y Asia.

El menú firmado por Adam Rawson apuesta por producto local, brasa al carbón y platos llenos de carácter: aguachile de róbalo con leche de tigre, short rib birria con tuétano, lubina asada con mantequilla de chipotle o la Güero Burger con queso Cabrales, son solo algunas opciones. Y de postre, para el que siempre hay estómago, churros con coco y dulce de leche o un sorbete de Margarita con manzana verde.

La experiencia se completa con la carta de cócteles de Marc Álvarez (sí, el mismo de Sips): mezclas creativas como el Mexican Punch con tequila y guayaba, el M&M con mezcal y mole o el refrescante Ume con granada y té oolong. Todo maridado con vinos naturales, orgánicos y biodinámicos. Un rooftop que promete dar que hablar.

The Social Hub – Barcelona Poblenou, planta 15. 

2- Un café con alma: Kappeh House

En la Rambla del Poblenou también encontramos un local que huele a hogar. Kappeh House es el espacio creado por dos hermanos argentinos criados en Guatemala, que han puesto toda su raíz y su imaginario de hogar en este espacio cuidado al detalle: cocina al fondo, barra al frente, comedor cálido y hasta un salón en la planta superior.

Aquí el café es religión. Tienen dos tipos en tolva para espresso, molino y distintos métodos de filtrado, pensados para los más cafeteros. La carta de comida permite tanto un bocado rápido como sentarse a disfrutar, y además cuentan con una cortina que puede cerrarse para transformar el ambiente en algo más íntimo, ideal para noches especiales.

Por cierto, kaapeh significa “café” en kaqchikel, lengua maya de Guatemala. Un lugar donde cada taza sabe a identidad y a raíces compartidas.

Rambla del Poblenou 121 Local 6

3- Un restaurante para una ocasión especial: Franca

En una esquina tranquila del Eixample nos encontramos con Franca, un restaurante que ya está dando que hablar. Las bóvedas catalanas y los techos altos invitan a quedarse, pero lo que realmente atrapa está en los platos que salen cada noche de la cocina de Fran Baixas, Gianmarco Greci y Joshua McCarty.

Definir lo que hacen no es fácil, y ahí está parte de la gracia. Ellos lo denominan como «cocina tradicional inventada», es decir, recetas que recuerdan a lo de siempre, pero que aparecen transformadas con ideas nuevas. Por ejemplo, una ensalada de escudella que ya se ha convertido en imprescindible, o unos espárragos frescos que llegan acompañados de calçots asados y conservados del año anterior. Sorprende, pero funciona.

El nombre, Franca, puede interpretarse de muchas maneras: de sinceridad, de lengua franca o de esos puertos sin fronteras. Sin duda, uno de los imprescindibles para esta rentrée en la ciudad: porque en Franca, cada noche puede ser especial.

C/Roger de Llúria, 46