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Cocina Lú, la autenticidad es lo primero

Cocina Lú, la autenticidad es lo primero

Hubo un momento en el que dabas una patada y salían un puñado de restaurantes orientales dispuestos a venderte una gastronomía que, lxs más vesadxs en estas lides, sabíamos que no se correspondían con esos sabores auténticos ligados a una cultura milenaria. Nada que ver con Cocina Lú.

Circulamos más allá de los límites de la capital, para dirigirnos a Boadilla del Monte, una parada obligatoria si lo que quieres es respirar un aire más puro, mientras te lanzas de cabeza a uno de esos restaurantes donde la gozadera está más que prometida.

Si te va la cocina fusión, pero esa que funde los sabores más puros con las ejecuciones más interesantes, Cocina Lú es tu próximo place to be

Una Cocina Lú regentada por la pareja formada por Eva Wu y Jimmy Jin, que en esto de sabores orientales de alto copete saben un rato, que se han apostado todas sus cartas con mucho brío, mientras sus fogones han echado el resto. Un verdadero disfrute para ese paladar sofisticado que seé que tienes, que no admite tonterías y mucho menos experiencias gastronómicas fake.

Porque lo que hacen en Cocina Lú es un verdadero alarde de materias primas y recetas que no decaen, pues la profundidad de sabor en cada una de ellas y la maestría con la que se encargan de fusionar la esencia auténtica de una tradición que se moderniza.

Un éxito que se apuntan ipso facto, pues la calidad del producto y la destreza en domina cada una de las técnicas que exige cada plato ha hecho posible que Cocina Lú no solo destaque por sus dumplings, dim sum o por el pato laqueado, sino por una carta repleta de grande éxitos que rememorar.

Así, no dudes en perderte entre sus edamames marinados con shake de ciruela ahumada, sus baos con pollo coreano o langostino en tempura, el saam de wontun, o el sashimi de salmón marinado y flambeado con salsa teriyaki, su coca de pato Pekín (preparada con masa con 23% harina de trigo y el resto harina de arroz y de soja), sus gyozas veganas o las de ternera con tomate al queso flambeado, sus rollitos de otoño, el xiao long bao caseros a la plancha, el udón salteado con salsa teppanyaki con solomillo de ternera o su pad thai con langostinos para terminar por todo lo alto con unas cocochas de bacalao con salsa lichy, una cazuela de pollo de corral salteado con ajo y cebolla o un pato laqueado, en tres pasos, tan brutal como adictivo. El paseo a Boadilla valdrá la pena.