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  • By Claudia González

Heaven is buttery: Curated Butters eleva el pan con mantequilla a plato gourmet

Heaven is buttery: Curated Butters eleva el pan con mantequilla a plato gourmet

Hay una marca en Barcelona que ha logrado convertir la mantequilla —sí, la mantequilla— en un irresistible objeto de deseo que cualquiera desearía tener en la despensa. Curated Butters transforma algo tan cotidiano como la nata en una experiencia sensorial y emocional. Todo empieza en la granja, con nata pura que se mezcla, se drena y se ama hasta volverse oro cremoso. Sin conservantes, solo sal natural y una idea clara: hacer poco, pero hacerlo bien. Su universo, presentado entre ángeles y cisnes, habla de ternura, memoria y estética.

Nostalgia y sabor

Detrás está una creadora que viene de una familia unida por la gastronomía y la cultura. De su padre, el respeto por la tierra; de su madre, la sensibilidad artística. De ambos, la convicción de que lo simple puede ser extraordinario. Así nació Curated Butters, tras las cenas de Curated Plates, donde pan, vino y mantequilla se convirtieron en un acto de comunión. Cuatro sabores permanentes —Natural con sal Maldon, Caviar de Vainilla, Canela de Ceilán y Café Bourbon Blendy una edición efímera cada mes, The Viv, que solo vive un ciclo antes de desaparecer.

De los imprescindibles a los inesperados

La magia no se queda en la mesa: cada colaboración es un moment only. El Strawberry & Chili Butter de octubre, junto a La Frágil y The Orange Room, convirtió pan, fuego y arte en una experiencia sensorial única. Antes fue Coffee & Matcha Butter con Old Coffees House, y pronto llegará Cardamom & Orange Butter, con Contrabando Wine Cellar, Rito Project y Yanaca Studio. Cada sabor se hace una sola vez, nunca se repite, y siempre se anuncia primero en su Instagram: @curatedbutters.

Quien quiera adentrarse en el universo de Curated Butters puede conseguir sus mantequillas contactando directamente a través de su perfil. Es un proyecto con mucha alma que mezcla creatividad, sabor y estética de manera única, un soplo de aire fresco frente a lo de siempre. Ser de los primeros en probarlo es un pequeño lujo. Date el capricho convertir un simple pan con mantequilla en un momento gourmet que, como la esencia de la marca, recuerda a la infancia. Con esa sensación de cuidado y detalle que solo un proyecto así puede ofrecer.