En plena montaña de Montjuïc, La Greca recupera una idea sencilla que Barcelona había perdido: la del merendero de barrio. Un lugar donde comer bien, sin prisas, con platos de cocina casera y un ambiente que mezcla lo vecinal con lo espontáneo. Esta apertura promete ofrecernos un nuevo spot ideal para tomar algo con un toque muy especial, un planazo asegurado.
De propuesta efímera a un must para tomar aglo
El proyecto nace de la alianza entre Casa Xica (Raquel Blasco y Marc Santamaria) y Eat Street (Lena Wiget y Joe Littenberg), el mismo equipo que durante años dio forma al pop-up Farm to Table en el Festival Grec. Ahora, ese formato efímero se transforma en un espacio permanente. Abierto todo el año, con las mejores vistas del skyline de Barcelona y la misma filosofía: producto local, sabor directo y cero artificio.
Una personalidad que se transmite desde que subes sus primeras escaleras, y te das de bruces con un espacio irreal para estar (casi) en el corazón de Barcelona: una terraza amplia, tranquila pero a la vez con ambiente, en pleno Jardins del Grec. Un sueño de una noche de verano, que se alarga en el tiempo para ofrecer una hospitalidad cálida desde el segundo que te sientas en la mesa, admiras las vistas, y te dispones a pedir.

Comer, beber y quedarse un rato más, algo muy de aquí
La carta combina guisos con carácter, como los garbanzos con butifarra negra o el bacallà a la llauna, con bocadillos planchados que son pura delicia (el bikini trufado o el de fricandó son nuestros top choices). También destacamos algo tan universal como sus croquetas, de gamba y de jamón, un sabor llevado aquí a la excelencia casera, además de su tortilla individual de patatas, hecha al momento, o su bomba con reducción de vermut. Opciones como su gran selección de charcutería de autor (con las mini secallones como destacado ineludible) o sus excelentes conservas, terminan de rubricar una carta pensada para los que buscan calidad y efectividad a partes iguales. Porque lo de siempre, si es bueno, es perfecto.
Una propuesta que cubre todos los días de la semana con el mismo mimo y cariño por el oficio: de lunes a viernes, desayunos con pan de Serra y embutidos de Cal Tomàs. Los fines de semana, el Menú del Arroz homenajea a la histórica Colla de l’Arròs con tres entrantes, arroz a elegir y helado de corte como postre. Vermuts, vinos naturales, cervezas bien tiradas, amigos y una terraza donde quedarse más de lo previsto completan la experiencia de forma inevitable.

Lejos de la estética de chiringuito de postal manida que grita a turismo, La Greca apuesta por lo funcional y lo honesto. Precios accesibles, cocina reconocible y un entorno verde que invita a reconectar con la ciudad sin salir de ella. Una recuperación real del espíritu de Montjuïc, pensada para quien vive aquí y para quien quiere volver a mirar este espacio tan icónico con otros ojos.
Passeig de Santa Madrona, 38 (acceso por las escaleras de los Jardines del Grec)