Rooster & Bubbles abre su segundo local -he aquí más información del primero para ponerse en contexto- en l’Eixample, con Marc Martínez al frente del proyecto, dando continuidad al invento que su abuelo Joan Cases ideó circa 1962. Fue entonces cuando Cases abrió el restaurante Kikiriki con un invento revolucionario por esta latitud: el pollo a l’ast, del cual podríamos decir tiene la patente en esta latitud.
Rooster & Bubbles sigue con el legado que el abuelo de su fundador patentó en esta latitud en 1962: el polo a l’ast
El nuevo local, situado en la señorial calle París, se define como un restaurante de comida de calidad con precios populares basada en la cocina a l’ast, esa que tan popular es los domingos pero que tan bien sienta cualquier día de la semana. Además de hit indiscutible, el pollo a l’ast, este local incorpora cerdo, cordero o pato, entre otros, al rostidor vertical. Las bubbles las pone el clásico cava popular, bebida tradicionalmente festiva que Joan Cases decidió usar como maridaje pare el pollo a l’ast, servido en copas de pompadour, como manda la tradición añeja.
Lejos de limitarse al pollo, Marc Martinez ha elevado la técnica de su abuelo, incorporando al eje vertical una apliada gama de productos. La oferta es versátil y accesible, ya que se sirve: al plato, en formato sándwich o en una ensalada. Rooster & Bubbles rezuerza su propuesta con un cuidado interiorismo de la mano de Trenchs Studio, quien ha amentado la capacidad del local. Además de esta tradición «Made in Barcelona», esta propuesta ofrece tapas para compartir, postres típicos, guisados y una selección de vinos y burbujas para maridar la comida.
Esta esencia de cocina popular y tradición se hace realidad en setiembre con el menú «Llum, foc & bubbles» por 30€, disponible tanto en su local del Born como en l’Eixample. Este formato ofrece las estrellas de la carta como sus croquetas o los macarrones a la cardenal. Sin olvidar las burbujas, existe la posibilidad de maridar este menu por 15€.
