El Federal Café hace ya meses que dejó de ser lo que era: un negocio pionero en su especie comandado por una pareja de australianos que, tras dejar a un lado su experiencia en la tienda de caramelos gourmet PapaBubble, decidió abrir un local de espíritu cosmopolita. Justo cuando el business estaba en lo más alto y se jactaba de sentar las caras más molonas de la ciudad en su mesa comunal, decidieron traspasarlo para dar la vuelta al mundo. Pero ya se sabe, un culo inquieto, muere inquieto, por lo que, a su vuelta, no tardaron en sumergirse en lo que a día de hoy se presenta como su próxima aventura: el MAT. Situado en el corazón del Gaixample, este restaurante-coctelería pretende hacer lo mismo que su predecesor: hacer resurgir una zona algo mustia como el Sant Antoni de hace media década para convertirlo en el próximo barrio ‘to be’. 

El MAT abre las puertas por la tarde y está pensado para ser el lugar ideal en el que tomar algo y, si se antoja, picar algunos de los platos de su escueta carta. Al extenso menú de vinos y cócteles se le suma otro con tablas de quesos y embutidos, que se complementa con la especialidad de la casa: las pizzetas. Además de su finísima pasta, se caracterizan por estar hechas con ingredientes frescos y sanos. ¿Un ejemplo que nos gusta? La de higos con rúcula y queso. Obviamente, de postre nada como uno de los pasteles de la casa, que se sirven con cafés y tés durante todo el día. Lo mejor es que comer aquí nunca te costará más de 20 euros.

No obstante, quizás el punto fuerte de MAT es su decoración, lo cual no nos parece mal porque, como hemos dicho, se trata de un lugar para estar ante todo. La sala está decorada con objetos de deportes vintage, como por ejemplo raquetas antiguas de tennis y badminton, guantes de boxeo u otras rareties que le dan mucha personalidad al local. El lugar estrella es el diner booth, situado al final del espacio, pues las mesas se encuentran en la parte trasera. En la delantera se sitúa una barra, la mitad de la cual se encuentra en la calle para facilitar el trabajo a los fumadores. Ambas partes se conectan por una cocina en forma de cubo. 

No sabemos si el MAT llegará a convertirse en un lugar tan simbólico y carismático como el Federal Café. De lo que sí estamos convencidos es de que bien merece una visita.