Al lado de la concurrida calle Pez, descubrimos La T, un restaurante que destaca por su decoración elegante y trendy, así como por su rica gastronomía. El responsable de la reforma del local es el estudio Tricaideca, que consigue a la perfección un aire sofisticado y vintage.

Nada más entrar, llama la atención el hall con sus sillones, ideal para tomar un aperitivo. Una vez dentro, lo primero que encuentras es una gran barra pensada para picar algo y, al fondo, el salón donde destaca una mesa larga y alta, perfecta para comidas en grupo, además de la cocina vista, donde puedes ver cómo trabaja el equipo. Aquí también se encuentra la bodega, en la que se encuentran, sobre todo, etiquetas jóvenes poco conocidas y a buen precio. Bajando las escaleras hay una sala pensada para las copas y cócteles, ideal para después de cenar y la celebración de eventos, conciertos o catas de vino.

El menú tiene un claro sabor mediterráneo con toques de corte internacional. La carta es escueta y destacan los platos para compartir. Se recomienda la verbena de ibéricos, quesos artesanos y encurtidos; el jamón ibérico con mermelada de tomate casera y pan de cristal; las croquetas de risotto con truffa; unas espectaculares vieiras a la naranja acompañadas con mantequilla de naranja sanguina y chirivía, o el solomillo de buey con patatas manchegas y mantequilla de Provenza. De postre, lo ideal es pedir la tarta de chocolate con helado de pistacho o la pera pochada en oporto con helado de canela. Buena opción lo mires por donde lo mires.Todo esto a un precio ajustado que no supera los 30 euros por persona. Además, a mediodía cuentan con un rico menú por 10,90.

La T, nueva parada gastronómica en Malasaña.